En un día dominado por la incertidumbre y el desconcierto, el mercado cambiario vivió envuelto en rumores, versiones y normativas que prácticamente paralizaron la actividad.
A primera hora de la mañana el vocero presidencial, Manuel Adorni, confirmó que el anuncio de las medidas económicas se postergaba hasta el martes y que serían comunicadas por el ministro de Economía, Luis Caputo.
La demora en la conformación del gabinete y del Directorio del Banco Central, más los respectivos nombramientos, obligaron al gobierno a tomarse 24 horas adicionales para poner en marcha su programa económico.
Con el correr del día se confirmó que Pablo Quirno acompañará a Caputo como secretario de Finanzas, Carlos Guberman será secretario de Hacienda, y José García Hamilton asumirá al frente de la secretaría Legal y Técnica del Ministerio de Economía.
Durante toda la jornada Caputo y Quirno mantuvieron reuniones en paralelo entre la Casa de Gobierno y el Palacio de Hacienda para definir los detalles del paquete de medidas.
Si bien están íntimamente ligadas, en las últimas horas surgió la posibilidad que los anuncios económicos se dividan en dos partes. Por un lado, Caputo daría a conocer las decisiones en materia fiscal, que incluye: recortes de partidas presupuestarias, quita de subsidios, política impositiva, eliminación de los controles de precios, plan de manejo de empresas públicas y las negociaciones con organismos multilaterales de crédito (entre las que se destaca la renegociación del acuerdo con el FMI).
Las medidas que involucran el tema cambiario y del balance del Banco Central quedarían a cargo de Bausilli. Estos anuncios podrían demorarse, extendiendo un día más el feriado cambiario, en caso que no se completen en tiempo y formas las designaciones de la autoridad monetaria. A cargo del nuevo plantel quedaría la fijación de un nuevo tipo de cambio, del rango de tasa de interés y el desmantelamiento de gran parte de las regulaciones que estaban vigentes hasta el 10 de diciembre. También se esperan definiciones sobre el manejo de los pasivos remunerados, que fue un punto subrayado por el presidente Javier Milei durante su discurso de asunción.
El nuevo programa llevaría al tipo de cambio a un valor cercano a los $ 700 y mantendría el actual cepo cambiario hasta tanto se deje el riesgo que representa la deuda del Banco Central.
Confusión
Para sobrellevar la jornada de hoy en la que aún Miguel Angel Pesce comandó el Banco Central a la espera del nombramiento de Santiago Bausilli, la autoridad monetaria tomó una medida que produjo un virtual feriado cambiario. Ordenó que las operaciones de cambio debían realizarse con “conformidad previa” lo cual paralizó el mercado.
La medida impactó directamente en los clientes bancarios, que durante gran parte de la mañana no pudieron operar debido a que las entidades no tenían claro a que cotización liquidar los pedidos.
Puntualmente el problema se centró en los pagos de tarjetas de crédito, ya que si bien se pagan en pesos al tipo de cambio oficial al no haber precio de referencia los bancos impedían las operaciones.
“Si bien el cliente paga en pesos el banco a la tarjeta debe darle dólares que se los compra al Central. Resultado: hoy cada banco cobraba el precio que le parecía intentando cubrirse para cuando puedan comprar esos dólares. El cliente debe pagar además 155% adicional de impuestos y percepciones”, explicó el economista Cristian Buteler.
Pero además de esta norma, el validador de AFIP para autorizar estas operaciones “estuvo apagado todo el día”, tal las palabras de un operador.
Con el correr de las horas cada banco fue fijando su tipo de cambio y algunas entidades llegaron a fijar como cotización $ 500, que implica un precio para los consumos de $ 1.275.
Finalmente, el promedio arrojó un precio dólar oficial de $ 462,40.
La confusa situación amenaza como repetirse el martes dado que una de las posibilidades era que Caputo hablara por la tarde luego del cierre de los mercados.
En tanto, el dólar mayorista retrocedió a $ 365,65, pero con operaciones testimoniales por apenas US$ 25 millones ya que los operadores aguardan las nuevas reglas de juego.
Las operaciones en la Bolsa de Comercio también sufrieron el cimbronazo del primer día sin nuevas medidas económicas. Este lunes venció el decreto que permitía liquidar exportaciones por partes iguales en el Contado con Liquidación y en el mercado oficial lo cual suponía que podía restar oferta y disparar el precio. Sin embargo, el CCL operó en calma y cerró a $ 999,07, mientras que el MEP culminó la rueda en $ 990,12.
Por su parte, la cotización en el mercado paralelo no tuvo variaciones significativas y cerró a $ 1.000 con una leve alza de $ 10.