Está claro que River fue uno de los clubes que más aprovechó la ausencia de público durante el 2020 para realizar obras en el estadio. Tal es así, que el ambicioso proyecto para ampliar la capacidad del Monumental sigue firme y avanzando.
El estadio Antonio Vespucio Liberti pasará a tener un aforo de 81 mil espectadores. En esta etapa se están retirando las antiguas butacas de la tribuna Sívori baja. Una vez que se quiten todas, ese espacio se convertirá en una popular, al igual que un porcentaje que los sectores Centenario baja e inferior.
En total, estará compuesto por un 71% de plateas y un 29% de populares. Además, el estadio de Núñez pasará a ser el de mayor aforo de Sudamérica, incluso superando al Maracaná, que tiene capacidad para 78838 espectadores.
Las casi 40 mil butacas que serán retiradas por las obras tendrán como reemplazo unas rebatibles antivandálicas dignas de los estadios europeos como el Santiago Bernabéu o Stamford Bridge. Serán de color gris a pesar del reclamo de algunos hinchas, que habían pedido respetar los colores de la institución.
“El rojo se vuelve rosa en un lapso aproximado de cinco años, mientras que el blanco no es recomendable al no ser un estadio techado”, contó el presidente Jorge Brito justificando la elección de las nuevas butacas.
Es incierto el destino que les darán a las antiguas pero, entre otras, se evalúan dos opciones. Por un lado subastarlas con fines benéficos a través de la Fundación River, según especifica Infobae. Y, por otra parte, existe la posibilidad de que sean vendidas directamente a los hinchas.
Un ejemplo que puede asemejarse al destino que pueden darle son dos acciones que hizo Boca en los últimos años. La primera fue la venta del césped de La Bombonera durante la gestión de Daniel Angelici o bien el obsequio de los asientos de platea a cada abonado que continuó pagando durante la pandemia mientras no se podía ir al estadio.