Supo ser figura en Boca, siendo un centrodelantero temido por los rivales y goleador. Brilló en Italia y eso lo catapultó a la selección azzurra, pero hoy su realidad es bien diferente. Daniel Osvaldo habló de sus problemas de adicciones, le pidió perdón a su expareja y admitió que padece de depresión.
Tras la reciente separación de la periodista Daniela Ballester, Osvaldo -de 38 años- grabó un video para explicar el doloroso momento que atraviesa. Al mismo tiempo, pidió ayuda para poder recuperarse de sus adicciones al alcohol y a las drogas.
Además, reconoció transformarse en una persona irreconocible por estos abusos y también por la depresión. Y admitió estar medicado.
“Quiero contarles algunas cosas de mi vida. No sé si es un pedido de ayuda o tengo la necesidad de hablarlo. Hace tiempo vengo lidiando con una depresión muy grande que me hizo caer en algunas adicciones, como alcohol y drogas. Estoy en un momento en el cual mi vida se me está yendo de las manos y lo quería compartir con ustedes. Estoy con tratamiento psiquiátrico”, explicó el exfutbolista y cantante.
En ese sentido, Osvaldo comentó que por enojo cae en el consumo de estos estupefacientes y de esa manera, termina hiriendo a las personas que quiere.
Y recalcó la depresión que padece: “Vivo solo encerrado en mi casa, no hago nada productivo por mi vida, no me dan ganas de bañarme ni levantarme de la cama”.
“Lo cuento porque es la única manera para poder salir, que la gente se entere lo que me está pasando. Me alejé de gente que me quiso y quiere mucho. Las adicciones me hacen no tener ganas de ver a mi familia ni compartir cosas con mis hijos”, explicó.
“Fui un futbolista de élite, una persona diferente y llena de confianza. Hoy soy una persona a la que no reconozco, me está costando salir de esto”, enfatizó.
Finalmente, le pidió disculpas a su expareja, Daniela Ballester: “Lo que dije sobre ella es mentira, lo dijo bajo un estado de enojo y ceguera. Está pagando por culpa mía, está viviendo cosas que no debería. No me quiero hacer la víctima, solo que entiendan. Las cosas que hago y las decisiones que tomo no están bien, todo el enojo que tengo con el mundo y con la gente tienen que ver con mis adicciones y depresión. Es difícil salir, vuelvo a caer”.