La chispa del motor de un tractor que trabajaba en un campo forestal llamado Triángulo Uno fue lo que habría originado los primeros incendios en los Esteros del Iberá. A esto se le sumó las fuertes sequías que atraviesa todo el territorio de Corrientes.
Esta parte de la localidad correntina está destinada a producción forestal. En su mayoría se produce resina además de madera, lo cual tiene alto poder combustible, según informó el director nacional de Manejo del Fuego, Alberto Seufferheld.
Frente al pastizal seco y este factor propio del Iberá, las llamas se extendieron rápidamente por el área hacia el parque, donde se encontraron varias especies de animales muertas: yacarés y ciervos, y otras simplemente desaparecieron, como algunas aves en peligro de extinción.
En base a lo que detalló La Nación, en San Alonso, localidad correntina que está en medio de los esteros, los brigadistas trazaron una pista de aterrizaje para abastecer a los aviones hidrantes.
En este marco, Seufferheld explicó que los efectivos del Ejército fabricaron pontones que sirven para recargar a las cinco aeronaves que combaten el fuego, ya que si bien el lugar siempre estuvo inundado, ahora permanece seco.
No obstante, frente a las precipitaciones que se registran durante esta semana en Corrientes, crecen las esperanzas de que la situación se alivie.
Según informaron, en la medida que los incendios sean controlados, la recuperación será lenta. Tardará al menos 5 años para que se recompongan los pastizales, que perdieron su color verde y se tiñeron de ocre apagado. A su vez, los bosques requerirán entre 15 y 20 años.
“Iberá es único porque los pastizales subtropicales han desaparecido de la Argentina, el sur de Brasil y Uruguay, prácticamente. Alberga especies típicas de pastizal, muchas de ellas son aves y están en serio peligro de extinción, igual que el ambiente donde habitan”, sostuvo Sebastián Di Martino, biólogo y director de conservación de Rewilding Argentina.