Nicolás Godoy tenía 13 años cuando comenzó a perder la visión progresivamente hasta que a los 20 su discapacidad visual fue completa. Aun así, nada detuvo al correntino para seguir con su vida, readaptarse a aquella realidad y estudiar una carrera universitaria.
“Fue todo un reto, porque tuve que volver a capacitarme en el instituto Valentín Haüy. Había ido antes, pero con buena visión, por lo que tuve que volver a aprender a usar el bastón y el sistema Braille, cosa que lamentablemente no pude aprender. No fue fácil, pero de a poco tuve que adaptarme a mi nueva realidad”, confesó el correntino, que actualmente tiene 30 años, a Radio Sudamericana.
El estudiante nació con tan solo seis meses de gestación y pesaba 900 gramos. En ese momento descubrieron que tenía retinopatía del prematuro, un desarrollo anormal de vasos sanguíneos en la retina del ojo que ocurre en bebés prematuros. Esto lo llevó a no poder ver con los años.
“El tomar el colectivo es muy complicado, requiero de la ayuda de alguien sí o sí, lamentablemente. Sin ayuda, podría tomar cualquier colectivo”, aseguró Nicolás, quien también habló de la movilidad, algo que todavía es un reto para él: “Hay calles y veredas en muy mal estado. Hasta con el bastón me cuesta moverme en algunas ocasiones”
La movilidad: políticas argentinas en materia de discapacidad
El concejal Eduardo “Paco” Achitte habló de este tema: “Cuando hablamos de movilidad, nos referimos a las empresas de taxis, remises y colectivos. Existe la Ley Nacional de Discapacidad, en donde se estipula que el 100% de los colectivos urbanos deben estar acondicionados para personas con discapacidad”.
En este sentido, informó: “Se trata de la adaptación. Las empresas de remises, taxis y colectivos deben tener un cierto número de vehículos, un 10% de ellos con habitáculos destinados para personas en sillas de ruedas o andadores”.
Nicolás, el joven correntino no vidente a punto de recibirse de periodista
En diálogo con el medio contó que está a algunas materias de recibirse como Técnico en Periodismo. Su gran apoyo fueron sus familiares y, principalmente, sus compañeros.
Lo que lo motivó a estudiar fue su sueño por contar la realidad, ser un tipo de nexo entre la sociedad y lo que ocurre en la política. También sacar a la luz historias que no son conocidas, pero que tienen gran relevancia.
No obstante, tuvo dificultades en el acceso al material de estudio en ese camino por profesionalizarse. Por esto decidió unirse a un proyecto junto a la materia Introducción a la Informática, logrando que los materiales sean accesibles y estén adaptados a todos.
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