Como un ángel de la guarda, un policía de Córdoba le salvó la vida a un bebé de tan solo ocho días que se había ahogado con leche y no podía respirar. El hecho ocurrió este jueves por la madrugada en barrio General Savio, en la zona norte de la ciudad capital.
El acto heroico del agente Alejandro Rojas tuvo lugar minutos después de la 1, cuando una pareja llegó desesperada a la Subcomisaría 5ª ubicada en calles San Clemente y Santa Lucía. Los padres arribaron corriendo con el pequeño en brazos, solicitando la urgente ayuda de algún efectivo.
De inmediato, el policía tomó al recién nacido y le practicó las maniobras de Heimlich para desobstruir las vías aéreas. La acción tuvo éxito, el bebé pudo volver a respirar y fue trasladado junto a su madre al Hospital Neonatal para su asistencia.
El agente Rojas contó que el pequeño se había ahogado con leche cuando se amamantaba. “Cuando recibo al pequeño, lo pongo boca abajo en la palma de la mano y con la otra mano le doy suaves golpes en la espalda hasta que logra escupir su propia saliva con restos de leche y rompe en llanto”, relató. Y aseguró que también tuvo un caso muy similar en la noche de este miércoles.