La intensa granizada que impactó distintos sectores de la ciudad de Córdoba y alrededores del pasado fin de semana, impulsó un escenario inusual de gran actividad para las compañías de seguros y los talleres de chapa, pintura y microbollos.
Según cálculos basados en datos aportados por diversas empresas, se calcula que las piedras afectaron a más de 3.000 autos en la capital provincial. El fenómeno golpeó con particular fuerza en áreas como Manantiales, Tejas del Sur, Fuerza Aérea, Docta y parte de Malagueño. En un suceso específico, más de 60 autos quedaron marcados en una fiesta sobre avenida Fuerza Aérea.
Los talleres de chapa y pintura colapsaron por el granizo
Las compañías de seguros reportaron un incremento notable en las notificaciones de los clientes afectados. Una aseguradora, por ejemplo, ya superó las 350 denuncias por este tipo de siniestros y otra registró más de 200. La magnitud del evento obligó a las empresas a reforzar sus equipos de atención y agilizar los procedimientos.
El impacto de la tormenta en los talleres de microbollos fue inmediato, con un flujo constante de solicitudes y consultas desde el lunes a primera hora. Martín Mazzoli, titular de uno de estos establecimientos, sostuvo a La Voz que recibió mensajes de clientes la misma noche del sábado pidiendo arreglos para sus vehículos.
Si bien usualmente las reparaciones por este tipo de daños toman entre dos y tres semanas, el tiempo de espera se disparó considerablemente. Un arreglo leve cuesta entre 1.500.000 y 2.000.000 de pesos, tarifa que se eleva si el vehículo necesita trabajos de pintura.
Además de las abolladuras, las intensas precipitaciones también generaron problemas mecánicos adicionales. El responsable del taller Servi-Sur, Dimo Khalil Sarsur, explicó que las lluvias causan fallas en las correas de distribución, dado que el contacto con el agua reduce su vida útil. También se observan inconvenientes en rodamientos de ruedas por pérdida de lubricación y fallas en las cajas de cambios. Los problemas eléctricos, como fallas en luces bajas, antinieblas y electroventiladores, también son frecuentes, así como fugas de fluido en frenos, especialmente en ejes traseros.
