En los últimos años, gran parte de la juventud argentina decide irse al exterior para probar suerte, vivir una nueva experiencia o ahorrar dinero. Un médico cordobés se hizo viral gracias a su experiencia donde contó que lava platos en Estados Unidos por 3.000 pesos.
Sin embargo, Franco Presti, aseguró que el viaje “no es tan lindo como te lo cuentan”. El joven de 23 años creó un perfil en TikTok donde relató momentos claves de su estadía en América del Norte.
En ese marco, se viralizó cuando contó que estudió muchos años para que “las vueltas de la vida” lo llevaran a EE.UU a lavar platos por una gran suma de dinero. “No cambio la forma de vida de la Argentina ni por toda la plata del mundo”, reveló en diálogo con TN.
El protagonista recordó que “era la primera persona que se quería ir del país”. Todas sus decisiones las tomó para poder emigrar. “La única forma de darse cuenta si esto es para uno o no es yéndote”, dijo y bajo esa premisa viajó a los dos días de haberse recibido de la Universidad Nacional de Córdoba.
Con la idea de especializarse en el exterior, Presti sintió que su oportunidad estaba a la vuelta de la esquina, pero con el correr de los meses se dio cuenta de “lo maravilloso que es la Argentina”.
El dinero y la soledad de un cordobés en Estados Unidos
El joven detalló que sus gastos fijos rondaban los 700 dólares y tenía un margen de 2.300 para ahorrar. “Me puedo armar un departamento de acá a un mes con lo que pude ganar, pero ¿para qué querés uno hermoso si no tenés con quién juntarte a tomar unos mates?”, reflexionó.
El doctor respeta a aquellas personas que prefieren quedarse fuera del país para juntar dinero o tener otra vida. “Hay que vivir la experiencia en carne propia y sacar sus propias conclusiones sobre qué es lo mejor para cada uno”, expresó.
“Afuera pesa mucho lo social, la cultura, los amigos, la rutina, no hacer lo que a uno le gusta y entre tantas otras cosas que de a poco te van cambiando las ideas, no todo es tan malo en la Argentina como creemos”, ponderó el cordobés.
Si bien sus jefes norteamericanos le dieron la oportunidad de renovar su empleo por dos años, él tomó la decisión de volver: “Ya tengo mi pasaje de vuelta, ahora, en abril, no veo la hora de estar sentado en el avión”, sentenció.
Por último, indicó que la experiencia de vivir afuera le cambió la forma de pensar y le ayudó a darse cuenta sobre qué es realmente lo que valora su día a día. “No importa lo que te digan o lo que crees hasta que lo vivís realmente. Cada uno lo vive a su manera, no tengo la verdad absoluta. Es lo que me pasó a mí y como lo viví yo”, concluyó.