Una reunión que sostuvieron hace siete días Martín Llaryora, intendente de Córdoba y candidato a gobernador en 2023, con Mauricio Macri en sus oficinas, se dio a conocer en una publicación de este jueves del diario Clarín.
La conversación se extendió por casi dos horas, y la ola expansiva del sorpresivo encuentro impactó de lleno en la dirigencia de Juntos por el Cambio y en Córdoba, aumentando la tensión en momentos en que Rodrigo de Loredo desafía a Luis Juez por la postulación provincial.
Hasta ahora, todos los pronunciamientos de las figuras centrales de la oposición nacional que visitaron la provincia remarcaron lo que entienden como la “finalización de ciclo” de Hacemos por Córdoba tras 24 años de poder. En ese dirección fueron el propio Macri, Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich y María Eugenia Vidal, entre los más destacados.
Pero este sorpresivo encuentro entre Macri y Llaryora causó un cimbronazo entre los opositores cordobeses y vuelve a encender alarmas que activan los fantasmas de reinstalación de un acuerdo tácito entre el macrismo y el peronismo de Córdoba, similar al que quedó evidenciado en los comicios provinciales de 2019.
LA RELACIÓN MACRI-SCHIARETTI
La relación personal de Macri con el gobernador Juan Schiaretti excede la política y, aunque tuvo una pausa en su volumen en el último tiempo, el respeto y la confianza entre ambos perduran. Más allá de este punto, hay explicaciones de que por qué se dio el encuentro.
“Martín justo volvió de los Estados Unidos y Macri se estaba yendo a Qatar, así que hablaron mucho del contexto internacional. Dialogaron de la complejidad del mundo y de las oportunidades que tiene la Argentina en ese contexto”, comentó un allegado a Llaryora en La Voz.
“Compartieron la visión que cada uno tiene de la situación nacional, pero no hablaron de candidaturas ni de dirigentes cordobeses”, plantearon cerca de Macri, en línea con la versión llaryorista.
LLARYORA, POR LA “AMPLIACIÓN” DEL PERONISMO
No es un secreto que Hacemos por Córdoba se propuso para el próximo proceso electoral ampliar el frente oficialista. Ese expansión, de la que hablan abiertamente Llaryora y los principales dirigentes del peronismo incluye la captación de dirigentes del PRO y del radicalismo.
La flamante candidatura provincial de De Loredo, sin embargo, plantea desafíos extras para esa estrategia de atracción del oficialismo. Pero donde sí parece haber lugar para algún tipo de corrimiento es entre la dirigencia del PRO. Hay sectores del partido que fundó Macri que dicen sentirse “ninguneados” por Juez.
Sabido es que no todos los “amarillos” cordobeses acompañan la precandidatura provincial del senador Juez, respaldada a nivel nacional por Rodríguez Larreta y Bullrich, pero rechazada por Macri.
El expresidente repite en privado y ante diversos interlocutores que Juez no tiene la capacidad de gobernar una provincia como Córdoba. En cambio, trabaja personalmente en favor de la precandidatura de De Loredo y lo apuntala a través de Gustavo Santos, su dirigente de mayor confianza en Córdoba.