Córdoba sumó días atrás un nuevo concepto en carnicerías. Desde el viernes pasado “Don Chacho, Tienda de Carnes” puso pie firme y arrancó con la venta de carne vacuna, pollo, cerdo y cordero. Hasta ahí todo parece muy tradicional, pero la idea de los tres socios fundadores es la de instalar el concepto de venta de carne envasada al vacío.
Gonzalo Maldonado, Federico Gastaldi y Fabián Rodríguez decidieron unirse para crear esta tienda de carnes donde además de vender carne en mostrador, también buscan incorporar este nuevo concepto. Los tres apuntan a productos de calidad con precios competitivos y también a acompañar al cliente a que complete la experiencia culinaria, ya que el local también cuenta con una vinoteca exclusiva con vinos y cervezas del mundo, delicatessen y un sector de fiambres y embutidos.
Si bien ninguno de los tres anteriormente había tenido carnicerías, dos de ellos vienen de un vínculo muy fuerte con el sector ganadero. Es más, el nombre del local ya remite a una figura muy especial, ya que Don Chacho es el abuelo de Federico y el suegro de Fabián, pero sobre todo es un reconocido y prestigioso productor ganadero. “Ha sido ganadero de toda su vida. El no veía otra cosa más que animales y vacas en su cabeza y era muy exigente con eso”, gráfica Fabián.
“Esto surge, por un lado, con Fede, él es del sur de la provincia de Córdoba. Veníamos diciendo ‘hagamos algo en conjunto’ y paralelamente con su tío también. Un día en pandemia nos juntamos y surgió el tema carnicería por el tema que Federico es productor agropecuario”, explicó Gonzalo Maldonado a Vía Córdoba.
El local se encuentra ubicado en Recta Martinolli 5197 y si bien costó encontrarlo, reunió todas las características que estaban buscando. “Cuando salimos a buscar locales vimos por toda la ciudad locales de todas las formas y cuando vimos este nos encantó el punto, la ubicación. A partir de ahí dijimos que teníamos que tener un local bien puesto y salimos del concepto de carnicería y pasamos al concepto de tienda de carne que es más amplio y que implica toda la experiencia culinaria”, detalló Maldonado.
La exigencia del público ante la calidad y precio de la carne
Todo el proceso previo para el desarrollo de la idea y la puesta en marcha fue arduo, sobre todo porque surgió como un proyecto en pandemia, con todo lo que eso implicó. Pero una vez consolidado y que vieron “nacer el bebé” la preocupación migró a los consumidores y la competitividad en relación al precio y calidad.
“Al ser productores la idea es mantener siempre la calidad, es el objetivo. No queremos fallar en eso. Sabemos que apuntamos a un público exigente y el foco es hacernos fuerte en ese tipo de público. La calidad viene de la mano de trabajar siempre con animales que nadie trabaja en general, que son animales livianos. Si vas a la competencia premium son todos animales grandes de exportación”, remarca Fabián.
Y profundiza: “Si vos te fijas el precio viene de la mano de la calidad. Apuntamos a las dos cosas y más hoy en día cuando la gente mira dos veces antes de gastar. La idea es que se lleven una buena pieza de carne a un precio super razonable”.
El concepto de carne envasada al vacío: ¿una solución a la inflación?
Se sabe que Argentina tiene una gran lucha contra la inflación a la que hace desde años no le encuentra solución. Los ciudadanos buscan todo tipo de remedios caseros para intentar ganarle ante la falta de respuestas macro.
Es acá donde el concepto de la carne envasada al vacío puede aparecer como una posible solución, y no solo para esto sino hasta para comodidad del que decida comprarlo. Aun así, y en relación al cliente, los socios reconocieron que existe cierta reticencia a este concepto aunque más que nada es por desconocimiento.
“En el embazado que hacemos, la película de grasa es muy fina, es transparente de los dos lados, entonces vos ves lo que te estas llevando y la proporción de carne respecto de grasa y hueso es lo mejor. La costilla la embazamos de tal forma que puedas ver lo que te llevas, cuánto hueso y cuánta carne y se nota que hay poca grasa porque es un animal liviano”, arranca explicando Federico Gastaldi.
Sobre las bondades del embazado, Federico detalla: “Llevarlo embazado te permite la conservación, la higiene porque llega el animal, va a la cámara, hacemos el fraccionado, lo embazamos y no hay nadie más que lo toque. En cuanto a higiene es mejor a una carnicería tradicional donde hay una manipulación de la persona por más que tenga guantes, lo llevas a tu casa, lo metes en el auto adentro de una bolsa común. Y si uno tiene que guardarlo, la carne y la grasa no se van a cristalizar y por más que haya estado congelado parece recién sacado”.
Sobre esto, Gastaldi entiende que es un concepto que llevará tiempo para que “prenda” de manera definitiva. “El desafío es que se lo lleven embazado. Nosotros lo que queremos demostrar con este lugar es que vale lo mismo embazado que fresco. Te lo podes llevar a los dos. Y si lo querés fresco y nos esperás dos minutos, vamos te lo embazamos y te lo llevas. La realidad es que es práctico. Haces una compra y te llevas carne para toda la semana, la podes congelar por meses. Lo hicimos mixto porque sabemos que es un cambio de hábito lo que estamos intentando hacer”.
Por último, Fabián Rodríguez enfatiza: “Queremos que la gente se vaya 100% convencida de lo que se está llevando. Puede venir comprar, elegir la carne en el mostrador y llevársela envasada al vacío con todo lo que significa: sabes que es una carne que la vas a podes guardar por 15 o 20 días en la heladera o si querés la guardas en el freezer y cuando la sacas y descongelas la tenés como si la hubieras comprado recién”.
Vivir la experiencia del consumo de la carne
Como se mencionó, el local cuenta además de la venta de carne con otros productos que acompañan la previa y el post del consumo de la carne. Pero además tienen diferentes sectores con islas donde buscan realizar catas y diferentes eventos.
Sobre esto, Fabián comenta: “La isla está pensada para hacer una serie de eventos, invitar a los consumidores y estar tirándoles opciones distintas: degustaciones de vinos, darles valor agregado que a la gente le gusta”.
“Los eventos son para que el cliente no solo pueda comprar el gin sino aprender a prepararlo y empoderar al cliente”, concluye Gonzalo.