Por Gabriel Esbry
Este domingo 1 de octubre se libera el valor de los combustibles líquidos, y la decisión del Gobierno nacional abre una gran incógnita respecto de qué pasará con los precios de la nafta y el gasoil al pie del surtidor. ¿Subirán o bajarán? ¿Seguirán como hasta ahora? ¿Habrá más competencia? ¿Los automovilistas del interior seguirán pagando mucho más por llenar el tanque que los de Buenos Aires? Preguntas todas que a partir de este domingo comenzarán a encontrar respuestas.
Por lo pronto, los operadores locales de las estaciones de servicio y los especialistas en el mercado de hidrocarburos no esperan grandes cambios en lo inmediato. La proximidad de las elecciones legislativas –entienden– pospondrá cualquier determinación que tengan las compañías petroleras en razón de la liberación del mercado, posiblemente en acuerdo con el Ministerio de Energía de la Nación, comandado por Juan José Aranguren.
En todo caso, esperan recién para fines de octubre alguna modificación en los precios o en la política comercial bajada a las estaciones de servicio.
"Lo novedoso es que desde ahora no existe más el denominado 'barril criollo'. El precio de la nafta será ahora el mismo que a nivel internacional. Y en consecuencia habrá subas o bajas, estando más expuestos a los vaivenes de la política internacional", le dijo a Día a Día Raúl Castellano, secretario de la Cámara de Empresarios del Combustible (CEC). Hoy, el barril Brent está en torno a los 58 dólares, pero llegó a superar los 140 años atrás.
Para el representantes de los estacioneros, también incidirá mucho lo que suceda con la cotización del dólar, ya que las refinadoras pagan el petróleo en moneda estadounidense, mientras que las estaciones recaudan sus ventas en el mercado doméstico en pesos. Así, si el dólar sube, las naftas también lo harán.
Por suerte, el Estado conservará algunas herramientas para intervenir ante posibles estampidas de los precios internacionales. "Aunque se trata de un mercado oligopólico, con muy pocos jugadores en la cancha, no es tan fácil cartelizarse: YPF tiene el 55 por ciento del mercado, y ello ayudará a marcar una senda de precios", le explicó a Día a Día Raúl Olocco, exsecretario de Energía de Raúl Alfonsín.
Para el especialista, hay otra tarea pendiente, como lo es modificar el esquema impositivo que tiene el sector. “Sería recomendable contar con un impuesto fijo, y no proporcional al precio de los combustibles. Hoy, el 41 por ciento del precio de la nafta corresponde a impuestos”, recordó.
Córdoba paga una de las naftas más caras
Los automovilistas cordobeses pagamos una de las naftas más caras del país. Sólo en Formosa, Chaco y Corrientes los combustibles están más caros que aquí. Y, particularmente, la diferencia de precios que tenemos con Buenos Aires es realmente importante.
De hecho, en promedio el litro de nafta súper cuesta en Córdoba 22,08 pesos (en estaciones YPF), mientras que un porteño paga 19,75 por el mismo combustible. Vale decir, acá la nafta es casi un 12 por ciento más cara que en una estación de Capital Federal.
Al llenar el tanque, esa diferencia se nota, y mucho. Por ejemplo, un tanque completo de 45 litros en Buenos Aires cuesta 888,75 pesos, y en Córdoba 993,60. Así, en año, un automovilista cordobés termina gastando 3.500 pesos más en combustible que un porteño.
Para Raúl Olocco, ex secretario Energía de Raúl Alfonsín, la diferencia se explica por los mayores costos logísticos y de transporte que tienen las compañías petroleras. Pero para Raúl Castellano, titular de la Cámara de Empresarios del Combustible (CEC), la respuesta es que en Buenos Aires los combustibles están subsidiados. "No hay una cuestión de costos de por medio. La verdad es que el resto del país le paga los subsidios a Buenos Aires", opinó.
¿La desregulación de los precios dispuesta ahora por la Nación podrá, de la mano de la competencia, cambiar esta lógica injusta que viene desde hace años? Veremos...