Se trata de un docente de Puerto Madryn que junto a si pareja adulteró un cheque, lo depositó en la cuenta de ella y lo cobraron. La maniobra fue descubierta pero aún así no reconocen el hecho. De todas maneras la Justicia determinó la devolución del dinero, una suma de 15.500 pesos.
La devolución debe hacerse a favor del estado provincial, que se vio perjudicado por el hecho y de esta manera la pareja, un docente y una enfermera particular, evitarán el juicio oral y público, en este caso por esta y hurto. Las informaciones dan a conocer que el cheque no tenía valor, sino que fue rellenado por la suma mencionada y a nombre de otra persona ajena al tema. Posteriormente se depositó en el banco Chubut y fue cobrado. Para ello se adulteraron las firmas de la secretaria del establecimiento, Laura Díaz, y de la directora, María Sol Bonaudo, y fueron estampados sus sellos originales.
Como se trata de un empleado, y no de un funcionario público, la Justicia entendió que para llevar adelante la maniobra no abusó de una posición especifica. Por ese motivo de definió aceptar la reparación económica, evitar el juicio y por ende una condena que de todas maneras superaría los tres años.