Desde hace tres semanas todas las actividades han visto alterada su normalidad y a medida que transcurren los días se intenta consensuar ciertos protocolos de actuación, todo en función de la emergencia sanitaria nacional y la necesidad de adoptar los mayores recaudos preventivos para quienes deben desempeñar labores por estar excluidos de la cuarentena obligatoria, tal es el caso de la industria pesquera.
Cada puerto y cada sindicato han fijado pautas, aunque en rigor en cada puerto del país se toman acciones diferentes y los gremios, en base a las presiones de sus afiliados, también responden de manera diversa en cada provincia. La emergencia y los temores fundados de los trabajadores hacen que se vayan actuando y modificando restricciones a medida que transcurren las semanas.
A Chubut y Santa Cruz llegaron, en los últimos días, marineros provenientes de diferentes provincias argentinas, que en su mayoría forman parte de las tripulaciones estables de las empresas y que han sido convocados para iniciar sus mareas.
Al puerto de Deseado arribaron contingentes de personal de a bordo que se desempeña en buques pesqueros y a la llegada a los muelles se les practicaron los exámenes de rigor, y con la declaración jurada de haber cumplido aislamiento preventivo y ser asintomáticos.
Las tareas propias de un pesquero hacen de casi imposible cumplimiento la restricción de estar a uno o dos metros de distancia, por eso se busca tomar los recaudos sobre quienes suben; aunque ello, lamentablemente, no es garantía de que en algún momento se produzca un contagio a bordo, y las tripulaciones son conscientes de ello.
En este marco, desde el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos trabajan junto a las empresas aplicando protocolos que minimicen esos riesgos.
El dirigente del SOMU, Luis Cohen, destacó que al ser la pesca una actividad no alcanzada por la cuarentena "muchas tripulaciones están trabajando. Llegaron desde otras provincias haciendo cuarentena dentro de los barcos. Los relevos ya suben con la cuarentena hecha y en puerto, Prefectura Naval Argentina realiza todos los controles", indicó en declaraciones a NoticiasPMY.
Sostuvo que hay un compromiso para que cada empresa se ocupe de que cada tripulación nueva cumpla con el aislamiento obligatorio de catorce días antes de subir a los barcos. "En puertos del sur, se trata de trabajar con marineros locales para evitar los traslados entre provincias y ciudades", indicó sobre los diferentes criterios que se aplican.
“Todos los tripulantes que suben a cada barco tienen sus controles, se releva cada día el estado de salud de la tripulación, se toma la temperatura y ante la presencia de un síntoma está obligado a manifestarlo y controlarlo. Si el barco lo permite, en el supuesto caso de que haya algún síntoma, se aísla el tripulante del resto de sus compañeros”, explicó Cohen sobre las nuevas pautas de trabajo que impone la emergencia sanitaria.
Es factible que pueda haber pacientes asintomáticos, por eso es obligatorio el asilamiento previo por al menos catorce días antes de subir a los barcos, por eso "estamos tranquilos de que se realizan todos los controles y las medidas preventivas correspondientes en todos los barcos", indicó el dirigente.
"Cuando los trabajadores que bajan de los barcos son de otros lugares, el colectivo con las medidas correspondientes, está listo para que puedan ser trasladados a sus lugares de origen. Son micros para 52 personas, pero sólo viajan 18 y con todas las medidas sanitarias correspondientes", manifestó Cohen, quien además aclaró que en determinados puertos se pide a los trabajadores una nueva cuarentena, más allá de que en las campañas de pesca ya llevan, algunos, 45 días a bordo.