En una nueva jornada del juicio por el crimen de Lucas González, el adolescente de 17 años asesinado de un disparo en la cabeza en noviembre de 2021 en el barrio porteño de Barracas, declaró el exministro de Justicia y Seguridad porteño, Marcelo D ´Alessandro. Por el hecho, están siendo juzgados tres policías de la Ciudad, junto a otros 11 acusados de encubrimiento.
Según pudo saber Télam, D’Alessandro manifestó que los efectivos “mostraron irregularidades graves ante un hecho gravísimo”. “No se cumplió con la identificación, con el balizamiento que necesita tener una brigada al momento de actuar. No había una situación de peligro que amerite una maniobra como la que se desarrolló”.
El principal testigo de la octava jornada del debate oral describió lo que surgió del geoposicionamiento en los celulares de los agentes implicados en el hecho y lo que observó de las imágenes de las cámaras de seguridad del gobierno de la Ciudad con respecto a los minutos previos en los que el Nissan Tiida de la brigada porteña divisó al Volkswagen Suran donde viajaban Lucas y sus amigos.
“Los ven a los chicos, los pasan y los paran en la bocacalle (sobre la avenida Iriarte y Luna), y cuando arrancan los chicos, (los policías) arrancan atrás. Eso se ve en las cámaras”, relató sobre lo acontecido.
El exministro reiteró en varias oportunidades que desde un primer momento se puso a disposición de la justicia, ya que “las imágenes mostraban irregularidades graves ante un hecho gravísimo” y en el accionar policial “no se cumplió con la ley”.
Luego, aseguró que tomó conocimiento sobre una orden judicial vinculada a la presencia de la brigada 6 en esa zona del barrio porteño de Barracas, pero que no había una disposición de que tuvieran que actuar en ese momento.
“Al momento de preguntar qué hacía la brigada ahí, me dijeron que estaban actuando en una causa, pero la fiscal actuante, de una fiscalía de la Ciudad, no dio la orden de estar ahí, en ese momento. Las cámaras y el geoposicionamiento mostraron que no actuaron de la manera que debería haber sido”, indicó.
En esa misma línea, afirmó que los policías no cumplieron con el protocolo establecido por la Policía de la Ciudad: “No se identifican, no tenían los chalecos puestos, no estaba el auto balizado, no se moduló para identificarlos (a los adolescentes)”. Antes de finalizar con su interrogatorio, el abogado Gregorio Dalbon, representante de la familia de Lucas González y de sus tres amigos, le agradeció a D’Alessandro por ser el único que le dio el pésame a la familia del adolescente.
El exfuncionario fue citado para brindar testimonio a partir de las 9 en la sede del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 25 porteño, ubicado en la calle Paraguay 1536. En ese momento, ocupaba el cargo de ministro de Justicia y Seguridad de la ciudad, cuando tres agentes de la Brigada 6 de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad dispararon contra el auto en el que Lucas González iba con tres amigos, con los que acababa de salir de entrenar del Club Barracas Central.
Al día siguiente del hecho, el ahora exministro abrió un sumario administrativo y exoneró a los tres policías implicados, Gabriel Alejandro Issasi (41), Fabián Andrés López (48) y Juan José Nieva (37), al tiempo que se contactó con la familia de la víctima, con la que se reunió tras la muerte del adolescente.
Además de D’Alessandro, se esperan las declaraciones de otros policías que estuvieron durante el procedimiento en el que fueron detenidos Julián Salas (19) y Joaquín Zuñiga (19), dos de los amigos que viajaban con Lucas a bordo de un Volkswagen Suran. También darán su testimonio ante los jueces Ana Dieta de Herrero, Daniel Navarro y Marcelo Bartumeu Romero, testigos de concepto aportados por las defensas de los policías implicados.
Los policías Issasi, López y Nieva llegaron a juicio imputados como coautores del delito de “homicidio agravado por haber sido cometido con alevosía, por placer, por odio racial, por el concurso premeditado de dos o más personas y por cometerse abusando de su función o cargo por un miembro de una fuerza policial”. Además, los tres enfrentan cargos por las “tentativa de homicidio agravado, falsedad ideológica y privación ilegal de la libertad agravada por abuso funcional y sin previsión de la ley”, en el caso de los amigos de Lucas.
En tanto, otros 11 policías porteños son juzgados por el encubrimiento del crimen de Lucas y las torturas a las que fueron sometidos los otros chicos. Se trata del comisario inspector del Departamento Comunal Vecinal 4, Daniel Alberto Santana (50); el comisario de la Comuna Vecinal 4A, Rodolfo Alejandro Ozán (54); el comisario de la Comisaría Vecinal 4D, Fabián Alberto Du Santos (51); el comisario de la Comuna 4D, Ramón Jesús Chocobar (48); el comisario Juan Horacio Romero (51); y el subcomisario Roberto Orlando Inca (47), ambos de la División Sumarios y Brigadas de la Comuna 4. También llegaron a juicio el principal de la Comuna 4D, Héctor Claudio Cuevas (50); y los oficiales de la Comisaría Vecinal 4D Sebastián Jorge Baidón (28), Jonathan Alexis Martínez (34), Ángel Darío Arévalos (34) y Daniel Rubén Espinosa (33).
Cómo fue el crimen de Lucas González
Ese 17 de noviembre de 2021. Lucas González y tres amigos salieron de entrenarse en el club Barracas Central con destino a la localidad bonaerense de Florencio Varela.
Luego de frenar en un kiosco para comprar una bebida, comenzaron a ser perseguidos por tres policías de la Brigada 6 de la Comisaría Vecinal 4D a bordo de un Nissan Tiida sin baliza policial. Ninguno de los agentes estaba uniformado y —según se corroboró después— estaban realizando tareas de campo entre las avenidas Vélez Sársfield e Iriarte.
Los policías comenzaron a perseguir a los jóvenes, quienes al pensar que el Nissan Tiida podía estar conducido por ladrones intentaron huir. En esa instancia, y de acuerdo a la causa, los agentes anunciaron al servicio de comunicaciones policiales que perseguían a un auto “con cuatro masculinos con apariencia de menores, jóvenes” y que “estaban armados”.
Fue allí cuando comenzaron a disparar. Una de las balas impactó en la cabeza del jugador, quien murió en el Hospital “El Cruce” de Florencio Varela al día siguiente.