Brasil registró este jueves 1.524 muertes por Covid-19 en las últimas 24 horas, el mayor número desde las 1.590 sumadas el 29 de julio y la segunda mayor cifra diaria desde el comienzo de la pandemia, con lo que el país superó la marca de los 200.000 fallecimientos, según confirmaron fuentes oficiales.
El gigante latinoamericano, el segundo país más afectado por la pandemia en el mundo, también contabilizó este jueves un récord de 87.843 nuevos casos, el mayor para un día desde el primer contagio, el 26 de febrero del año pasado, y un número muy superior a los 70.570 casos del 16 de diciembre pasado, que era hasta ahora el mayor, según los datos divulgados por el Ministerio de Salud.
Este fue el tercer día consecutivo en que el número de fallecidos supera el millar, tras los 1.242 decesos del miércoles y los 1.171 del martes, e igualmente el tercer día con más de 56.000 contagios diarios, lo que evidencia la llegada de una segunda ola de la pandemia sin que el país nunca hubiese superado la primera.
La rápida propagación del virus volvió a poner bajo presión al sistema de salud y los expertos prevén que la situación empeore considerablemente a consecuencia de las aglomeraciones masivas que se produjeron por las fiestas de fin de año.
Los hospitales de grandes ciudades como Sao Paulo, Rio de Janeiro y Belo Horizonte, reportaron recientemente tasas de ocupación superiores al 90%.
“No sé cómo vamos a sobrevivir en enero”, afirmó Paulo Lotufo, profesor de Epidemiología en la Universidad de Sao Paulo (USP).
Las advertencias de los especialistas toparon constantemente con la posición del presidente Jair Bolsonaro. El mandatario de ultraderecha se opuso a las medidas de cuarentena en nombre de la salvaguarda de la economía, participó en actos con sus partidarios, despreció el uso de barbijos, criticó la “histeria” en torno al virus y alentó el recelo frente a las vacunas.
El agravamiento actual se produce además sin que el país haya definido una fecha de inicio de la vacunación.
El ministro de la Salud, Eduardo Pazuello, afirmó el jueves que la inmunización podría empezar “en la mejor de las hipótesis antes del 20 de enero”. Pero que podría ser aplazada hasta mediados de febrero o inicios de marzo, en función de los procesos de aprobación de las vacunas.