En el día del investigador científico, los investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) salen este miércoles a las calles de distintas ciudades del país para denunciar que la situación del sector es "preocupante", e incluso algunos se atreven a volver a hablar de "fuga de cerebros argentinos".
Roberto Salvarezza, diputado nacional y expresidente del Conicet, explicó a Vía País que la fuga de cerebros se produce en "determinados momentos y circunstancias donde la salud del sistema científico se deteriora y hace que condiciones sean muy malas para investigar en el país, entonces la gente busca otros horizontes".
"Esas condiciones se han dado en la Argentina muy rápidamente durante este periodo de tres años: reducción de salarios, becas en la línea de pobreza y subsidios devaluados. Antes era un sistema en expansión, ahora es un sistema que se contraer rápidamente", sostuvo Salvarezza.
En este sentido, el viernes pasado las autoridades del Conicet dieron a conocer los nombres de los 450 ingresantes a la carrera de científico, de un total de 2.595 que se postularon. Si bien el dato de la cantidad de ingresantes se conocía desde el año pasado, los científicos denuncian que se trata de "un recorte" en el presupuesto de Ciencia y Tecnología en el país.
“El Conicet les niega el ingreso no por no cumplir con los estándares planteados por el organismo, sino porque hay un recorte presupuestario muy fuerte que hace que tengan que reducir en el número de ingresos”, sentenció Lucila D'Urso, delegada de Jóvenes científicos precarizados y becaria posdoctoral del Conicet.
D'Urso afirmó rotundamente en diálogo con este sitio que la situación del sector es "preocupante" y cuenta que varios de sus colegas "se van directamente a buscar otras posibilidades laborales por fuera del país".
"Primero porque, en el peor de los casos, los trabajadores fueron expulsados y se quedan sin trabajo y segundo porque con los 24.500 pesos que le paga el Conicet a un becario ninguno puede vivir", apuntó D'Urso y sentenció: "Estamos llegando a una situación de total desmantelamiento del sistema científico nacional que se vincula directamente con el sistema educativo y con el desarrollo productivo que tiene nuestro país".
Si bien Salvarezza explicó que “no hay cifras oficiales” de la cantidad de investigadores que dejaron el país en los últimos años en busca de mejores oportunidades, el bajo cupo de ingresantes por año al organismo que se viene sosteniendo después del 2015 y la cantidad de gente que se postuló este año hace que los científicos argentinos busquen una salida alternativa laboral en el exterior.
Según explicaron las fuentes consultadas, de los 2.595 postulantes muchos fueron previamente becados por el Conicet para realizar un doctorado -que demanda cinco años de formación- para luego realizar una beca postdoctoral –que dura dos años- y ahí recién poder concursar para ingresar como planta permanente en el organismo.
“Con estos despidos se impide la continuidad de numerosas líneas de investigaciones sino que se tiran por la borda años de investigaciones financiadas por el Estado. Venís hace 8 años investigando algo en un laboratorio, te quedás sin trabajo de un día para el otro y esos trabajadores o van a buscar otros trabajo en el ámbito privado o en el exterior”, explicó D'Urso, quien hace seis años forma parte del Conicet.
Si bien Jorge Aliaga, físico y científico del organismo concuerda con la afirmación del secretario de Ciencia, Lino Barañao, quien sostuvo que “no hay ninguna obligación de que toda la gente que tuvo beca del Conicet entre al Conicet”, considera que sería una pérdida de años de formación paga por el Estado.
“Es gente que está muy bien calificada, que deberían ingresar a algún lado porque son personas que formó el Estado a través de una política de formación de recursos humanos”, afirmó Aliaga.
Movilización nacional
Los trabajadores del CONICET nucleados por "Jóvenes científicos precarizados" y ATE convocaron este miércoles a realizar una jornada de protesta nacional, con epicentro en el Polo Científico de Buenos Aires, en rechazo a los "ingresos a la carrera de investigador científico" y la falta de "presupuesto para ciencia e investigación".