El Gobierno de Mauricio Macri saldrá este miércoles al mercado financiero para colocar deuda en pesos ajustada por inflación para amortiguar el impacto de la última licitación de Lebac.
Como lo hace en cada tercera semana mes, el ministerio de Hacienda emitirá deuda en pesos para intentar absorber los billetes que salgan de los instrumentos que está desarmando el Banco Central.
En lo que será última licitación del año, el Central afrontará vencimientos por $190.584 millones. Para evitar que esos pesos vayan al dólar o al consumo, el Gobierno ofrecerá títulos que ajustan por inflación.
La cartera que conduce Nicolás Dujovne precisó que la estrategia global contempla ahora concentrarse en "instrumentos en pesos nominales y en pesos vinculados a la inflación".
Los inversores financieros podrán acceder a letras del Tesoro ajustadas por inflación a un plazo de 91 días con vencimiento 22 de febrero 2019. La recepción de ofertas será entre las 10:00 y las 15:00 del miércoles.
Esto se inscribe en la confianza que se tiene el Gobierno en que la inflación finalmente bajará. La misma confianza expresada en 2016 cuando lanzó los créditos hipotecarios indexados a los que se lanzaron de cabeza unas 120.000 familias argentinas.
Así, la deuda seguirá creciendo. Aún no ha roto estándares de sostenibilidad, pero consultoras privadas y agencias internacionales advierten sobre la exposición externa y los riesgos, en un mundo con fenómenos que podrían afectar a los emergentes el año próximo.
La deuda en 2019
Al menos catorce de cada cien pesos del Presupuesto nacional serán destinados al pago de la deuda externa en 2019, un año en el que el peso de estos compromisos escalará hasta el 4% del Producto Bruto Interno (PBI).
Cada $100 destinados a gastos por la deuda en 2019, irán $38 a Educación; $25 a Salud; $11 a Protección Social; $7,7 a Ciencia; $4,8 a Vivienda; 4,1 a agua potable; $1,8 a Trabajo y $0,1 a Industria.
El impacto no es menor: después de las partidas para salarios, los vencimientos de la deuda serán los que más dinero le absorberán del Estado nacional. La reciente devaluación agravó esta situación, dado que se necesitan más pesos para pagar el pasivo en moneda extranjera.
Incluso el Gobierno oficializó el viernes una ampliación del Presupuesto 2018 por $412.752 millones. De ese monto, $201.068 millones fue para la atención de los servicios financieros de la deuda por comisiones, intereses y amortizaciones.
El Presupuesto 2019 por Cambiemos y aliados del peronismo en el Congreso indica que el próximo año los intereses de la deuda demandarán al menos $596.000 millones.