Rodrygo, la perla brasileña del Santos de Brasil que fue fichada recientemente por el Real Madrid, fue muy duro con la Conmebol y apoyó los incidentes provocados por hinchas de su equipo tras ser eliminados este martes en los octavos de la Copa Libertadores a manos de Independiente.
"Creo que la afición hizo bien. Que ocurra una vergüenza de estas, la afición tiene totalmente la razón al hacer lo que hizo hoy", declaró el extremo cuando el árbitro del encuentro decidió suspender el partido por los incidentes entre hinchas y la policía paulista dentro y fuera del estadio Pacaembú.
El chileno Julio Bascuñán decretó el fin del tiempo reglamentario por falta de garantías tras el lanzamiento de petardos y bengalas por parte de ultras del "Peixe", quienes también arrancaron asientos de las tribunas e intentaron invadir el campo de juego.
"Esa Conmebol, unos hijos de puta (sic)", gritó minutos antes el propio Rodrygo a la cámara de un celular mientras se escucha que alguien le recomienda abandonar el terreno de juego.
El castigo al Santos fue consecuencia de la inclusión indebida en tierras del volante uruguayo Carlos Sánchez, que arrastraba una sanción de cuando jugaba para River y no podía ser de la partida en el juego de ida frente al "Rojo" de Avellaneda.
"El juego terminó cuando salió el resultado del juicio, esa vergüenza. La voluntad era hablar un montón de mierda aquí, pero querer no es poder, entonces tengo que quedarme quieto", opinó Rodrygo, de tan solo 17 años, en diálogo con la prensa mientras dejaba el estadio.
El joven atacante afirmó posteriormente en zona mixta que se va con "tristeza" del torneo porque "prácticamente en su última Libertadores" y "no sabe cuándo" tendrá otra oportunidad de jugar nuevamente la competición con el Santos.
"Cuando uno entra en el campo perdiendo por 3-0 todo queda más difícil, claro que ellos entraron más tranquilos. Nosotros entramos en aquella presión, sabía que iba a ser difícil darle la vuelta al resultado", expresó.