Dieron por concluida una campaña sojera extrema en el país. A los excesos hídricos durante la siembra del cultivo, que mermaron la intención de siembra, la una fuerte sequía en pleno desarrollo de la soja, se le sumó un prolongado ciclo de lluvias y humedad en el momento de la cosecha que afectó tanto al rinde como a la calidad, consignó Clarín.
El resultado fue la peor cosecha de la oleaginosa de las últimas nueve campañas con una producción de 36 millones de toneladas, según consignó la Bolsa de Comercio de Rosario.
Esto es 18 millones de toneladas menos que lo que se estimó en un primer momento lo que provocó pérdidas por U$S 4.200 millones.
El rinde promedio nacional también fue el peor de los últimos nueve años, informó la Bolsa de Cereales porteña.
Fue de 2.100 kilos por hectárea, lo que refleja una caída de 1.050 kilos en comparación al ciclo previo, (-32,9 %), y también se ubica en 820 kilos por debajo al promedio de las últimas cinco campañas (-27,6 %). Estas pérdidas de rinde se replicaron a nivel regional a lo largo de toda el área agrícola.
Las regiones más afectadas por la sequía fueron Córdoba, núcleo norte y sur y centroeste de Entre Ríos.