El partido amistoso que jugarán este sábado Israel y Argentina en Jerusalén no es para nada del agrado de los palestinos, a tal punto que el presidente de la federación local pidió a sus hinchas que quemen camisetas de Lionel Messi.
Jibril Rajoub, presidente de la Asociación de Fútbol de Palestina, señaló que el partido es una "herramienta política" al servicio de Israel.
"No es un partido por la paz, sino un partido de política destinado a encubrir la ocupación fascista y racista", señaló Rajoub este domingo, según la agencia de noticias de la Autoridad Palestina, Wafa.
El dirigente pidió además a Messi, máxima estrella de Argentina, que boicotee el partido. En su protesta ante la oficina consular de Argentina en la ciudad de Ramallah, Rajoub también le pidió a Messi que boicotee el partido.
El Ministro de Cultura y Deporte de Israel, Miri Regev, indicó este lunes en la radio que el futbolista del Barcelona tiene previsto visitar el Muro de los Lamentos, un lugar sagrado para los judíos, y aseguró que la llegada del astro es una victoria para Israel.
El encuentro está previsto para el sábado en el estadio Teddy Kolek de Jerusalén. El barrio de Malha, donde se encuentra el estadio, era una aldea palestina que fue desalojada durante la guerra árabe-israelí de 1948.