Después de los fuertes cambios afrontados el día miércoles cuando el dólar aumentó tres centavos, a $ 25,52, y superó el récord de $ 25,51 del 14 de mayo. En los bancos, se vendía a entre $ 25,37 (Banco Nación) y $ 25,70 (ICBC). Y en el mayorista subía tres centavos, a $ 24,95.
Los bancos oficiales volvieron a vender divisas, y así lograron frenar la presión de la demanda. Aún así la calma que se intento brindar a través de los mercados de Europa y Estados Unidos, no alcanzo para tranquilizar el humor del mercado.
La presión sobre el dólar volvió a obligar a los bancos públicos, sobre todo al Nación, a desprenderse de no menos de US$ 500 millones para abastecer la demanda.
Así, el tipo de cambio minorista subió tres centavos y cerró a $ 25,49, -a dos centavos del récord de $ 21,51-, mientras que en el mayorista quedó en $ 24,92.
El techo de $ 25 que fijó el Banco Central sigue intacto, pero es evidente que la rueda de auxilio de los bancos públicos para evitar que la venta de dólares la haga el propio BCRA, no será viable.
Por si fuera poco, parece enfriarse el entusiasmo con la posible recalificación a "mercado emergente" que se conocerá, si es que ocurre el próximo 20 de junio.