La defensa de Diego Lagomarsino solicitó hoy a la Justicia que declare nula la conclusión del peritaje de Gendarmería Nacional que opinó que al fiscal lo asesinaron.
Los abogados defensores del experto en informática que colaboraba con el fiscal, cuestionaron la supuesta detección de restos de ketamina en el cadáver de Nisman, porque pasaron más de dos años y no hay certificación de cuándo y cómo se la inyectó, así como el horario exacto del deceso del fiscal.
Para la defensa, los estudios toxicológicos no pueden haber encontrado rastros de ketamina dado que los restos cadavéricos no están conservados a 20 grados bajo cero dentro de la morgue judicial y, a la vez, se encuentran almacenados en un envase de plástico.
A la vez cuestionó la coordenada temporal que la Junta Interdisciplinaria da como hora de la muerte y defendió su hipótesis de que Nisman se suicidó disparándose en la cabeza a la mañana del 18 de enero de 2015, entre las 8 y el mediodía por los datos que surgen de la temperatura y rigidez corporal.