El jefe de Gabinete de la Nación, Santiago Cafiero, le pidió este miércoles la renuncia al titular de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSeS), Alejandro Vanoli, según confirmaron fuentes oficiales a Vía País.
Es el primer cambio fuerte en el Gabinete nacional desde que asumió el gobierno de Alberto Fernández, después de las renuncias exigidas semanas atrás a segundas líneas del ministerio de Desarrollo Social.
Fuentes gubernamentales explicaron a este diario que el cambio de Vanoli se decidió por la necesidad oficial de darle un mayor dinamismo al organismo previsional, con el cual se financia gran parte de la política social en medio de la cuarentena por la pandemia de Covid-19.
La renuncia le fue pedida al funcionario en una reunión que hubo en la Casa Rosada en tarde del miércoles, pero por instrucción directa a Cafiero del presidente Alberto Fernández, que se encontraba en la quinta de Olivos.
"Necesitamos contar con una gestión en el organismo más dinámica y cercana a las necesidades de la gente", argumentó un funcionario cercano a Cafiero en diálogo con Vía País.
La novedad tomó por sorpresa al propio Vanoli y a sus colaboradores más cercanos. "Me enteré igual que ustedes, por la prensa", comentó a este medio una funcionaria muy cercana al ex presidente del Banco Central, lo que da cuenta del sorpresivo movimiento dentro del gobierno.
Según recoge Vía País de otras fuentes oficiales, el Presidente no estaba conforme con la gestión de Vanoli en el organismo previsional y hubo dos hechos puntuales que lo llevaron a tomar la decisión en medio de la cuarentena.
El primer hecho se registró el 3 de abril pasado cuando cientos de miles de jubilados se agolparon en las puertas de los bancos, principalmente del Gran Buenos Aires, para cobrar sus haberes y otros beneficios de la Anses, después de que las entidades estuvieran cerradas desde el 20 de marzo.
El segundo hecho, y el desencadenante del pedido de renuncia, fue la lentitud operativa para que las empresas privadas hagan los trámites para que sus empleados puedan cobrar sus salarios con la asistencia estatal.
Las fuentes comentaron que el objetivo oficial era tener empadronados a 2 millones de trabajadores para este miércoles, dado que el Gobierno pretendía comunicarlo públicamente, pero no se pudo superar la barrera del millón de Clave Bancaria Uniforme (CBU).
Desde la Anses habían culpado el lunes a las empresas por la demora en el ingreso de los datos exigidos y obligatorios para acceder a los beneficios del programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP).
Por ese motivo, habían afirmado desde el organismo que conducía Vanoli, un millón de trabajadores podrían percibir con demoras el salario complementario de abril, que se paga en los primeros días de mayo. Y Fernández vio que se venía una nueva polémica ante esto.
Vanoli es un hombre de mucha confianza para la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Fue ella quien lo designo al frente de la autoridad monetaria el 1 de octubre de 2014, cargo en el que Vanoli se mantuvo hasta el final de aquel gobierno, el 9 de diciembre de 2015.
De 2005 a 2009, Vanoli fue vicepresidente de la Comisión Nacional de Valores de Argentina, cargo al que llegó por decisión de Néstor Kirchner; el 19 de noviembre de 2009 ocupó la presidencia del organismo en reemplazo de Eduardo Hecker. Durante su gestión en la CNV se impulsó la aprobación de la ley 26.831 de Mercado de Capitales que fue aprobada por amplia mayoría en el Congreso de la Nación (183 votos a 24 en la Cámara de Diputados).
Esa norma incrementó exponencialmente los poderes de fiscalización de la CNV e impulsó la interconexión y desmutualización de los mercados con un criterio más federal para ampliar la operatoria.
En febrero de 2019, en las vísperas preelectorales y cuando era impensada la fórmula Fernández-Fernández y el Frente de Todos aún no había sido construido, Vanoli presentó un programa económico de “reconstrucción nacional”.
Se componía de 16 puntos, entre los que figuraban un “aumento de salarios, pensiones y asignaciones”, el “fortalecimiento de Precios Cuidados”, un “plan cuatrienial” de obras, y una “reprogramación voluntaria de vencimientos de la deuda pública”.
En cierto modo, el expresidente del Banco Central, con su plan, buscaba hacerse un lugar entre los economistas del kirchnerismo ante las ya avanzadas negociaciones con el peronismo. Y finalmente recayó en un organismo clave para cualquier Gobierno por su poder de fuego en materia de financiamiento.
Por la corresponsalía de Buenos Aires.