La última fue Raquel Guillán. La reportera española estaba haciendo un móvil para un programa de las Islas Canarias, cuando un hombre se colocó detrás de ella: primero, para saludar a cámara; luego, para besarla, sin su consentimiento. La profesional procuró seguir con su labor, pero se la notaba afectada. Había sido acosada en vivo y en directo.
El incidente no terminó allí. En entrevistas posteriores, Raquel contó que el agresor regresó unos minutos después junto a su amigo. "Le dije que eso no se hace y que iba a llamar a la policía, que no se fuese. Cuando vio que iba en serio, salió corriendo y se le cayó la cartera. La cogí, no se la quise devolver para que le identificase la policía y me tiró del pelo y me empujó para recuperarla. Caí al suelo de espaldas", relató al medio Verne. El maltrato físico había escalado.
Según relató la periodista a Infobae, ella se sintió "invadida e indefensa", en un estado de "shock". "Seguí robóticamente, con la mente en otro lugar", continuó, haciendo eco de un situación que miles de mujeres viven cotidianamente.
Un importante sector de la sociedad la respaldó. No era la primera vez que una colega sufría algo así, pero esta vez algo cambió. La Justicia tomó cartas en el asunto. El hombre fue identificado y condenado, el pasado 25 de febrero.
Deberá pagar una indemnización de 2.500 euros y cumplir una orden de restricción de al menos 300 metros, durante un año y cuatro meses. Los cargos fueron los de abuso sexual, lesiones y falta de responsabilidad civil. El hecho sienta un verdadero precedente.
Raquel está satisfecha con el resultado. Pero recuerda a todas sus compañeras que atravesaron secuencias similares, sin encontrar reparos. Por ejemplo, Elizabeth López, de la candena La Sexta.
O María Gómez, quien padeció acoso sexual durante una nota desde el Mundial Rusia 2018 y luego realizó un fuerte descargo ante el público.
Los reclamos de las periodistas, se suman al de otros colectivos de españolas, en las vísperas del Día Internacional de las Mujeres (8M). Hace dos años, cinco millones de mujeres llevaron a cabo una huelga, bajo las consignas "Queremos derechos, no flores" y "Si nosotras paramos, se para el mundo".