Oliverio es un niño de 10 años que tiene autismo no hablante y cada vez que se acercan las fiestas de Navidad y Año Nuevo, su familia sufre junto a él porque los estruendos de los fuegos artificiales provocan un dolor agudo en sus oídos. Ante esta situación Dante, su mellizo, hizo un video en TikTok para pedir que respeten la prohibición de la pirotecnia.
“Ayuden a los demás, ayuden a los que se merecen”, dijo Dante en su video. Pese a que los hermanitos D’angelo compartieron el útero y tienen la misma fecha de nacimiento, ellos se diferencian por la hipersensibilidad acústica que sufre Oliverio.
En las fiestas de fin de año, el niño con autismo no hablante padece como un martirio la explosión de los cohetes, por lo que su mellizo, lejos de salir a tirar petardos como cualquier otro niño, busca difundir un mensaje para generar conciencia sobre el daño que genera esto.
La palabra de Gastón, el padre del niño que tiene autismo no hablante
En diálogo con LMNeuquén, Gastón, el padre de los mellizos y director de la Fundación Faro Patagonia, explicó que ellos no son los únicos que sufren cada 24 y 31 de diciembre. “El 40% de la población autista es no hablante y tiene hiperacusia”, aseguró.
La hiperacusia hace que los oídos de las personas con autismo sientan cada ruido amplificado hasta veinte veces y por eso, en las noches de estruendos sostenidos, “sus oídos internos se inflaman hasta provocarles dolor de cabeza y sensación de muerte”.
Por lo general, estas personas que sienten como si llegara una explosión y se terminara el mundo, se golpean la cabeza contra la pared pensando que el impacto contra el muro podría apagar el ruido que tanto los hace sufrir.
Los familiares de Oliverio y todos los que tienen autismo no hablante deben tomar medidas extremas “Algunos duermen a sus hijos con sedantes psicoactivos, quieren que se duerman a las 10 de la noche para que a las 12, cuando empiecen los estruendos de alto impacto, ya estén dormidos”, dijo Gastón.
Las fiestas para los D’angelo no suelen ser como cualquier otra familia. Siempre tienen una silla vacía en la mesa porque el niño no puede estar despierto en ese horario, ya que la pirotecnia afecta realmente a su salud.
“Nosotros nos mudamos a zona de chacras de Cipolletti porque en dos ocasiones tuvo crisis severas por el uso de pirotecnia, una le duró prácticamente seis horas. Fue tan grande que terminó convulsionando y desmayándose, durante seis horas conteniéndolo físicamente para que no se lastimara”, recordó el padre de los mellizos.
Luego agregó: “Otra vez nos tuvimos que subir Olivero y yo al vehículo y estuve manejando hasta las 2 de la mañana, alejándome lo más posible del casco urbano y recién ahí pudimos volver a casa”.
El pedido de la familia de Olivero
Los mellizos y sus padres desean pasar una noche en familia, todos sentados en la mesa y sin tener que soportar ruidos que afecten la salud de uno de ellos. No quieren esconderse más y piden brindar al aire libre sin tener miedo con cada mínimo destello que podría aparecer en el cielo.
Aunque hay leyes que respaldan el pedido de los D’angelo, todavía se sigue vendiendo y se usa pirotecnia que, para las personas con oídos hipersensibles, es realmente una tortura que piensan hasta lo peor.
“Esto genera un perjuicio a un sector muy grande la población, las personas con autismo, o con Alzheimer, los adultos mayores, los que están internados y hasta los seres vivos no humanos”, expresó Gastón.
El hombre contó que en 2018 se reglamentó en la provincia la ley 2833 que prohíbe la venta de pirotecnia, pero algunas organizaciones quieren modificar la normativa para que el Estado tampoco utilice cohetes que producen estruendos en los actos oficiales.
“Si bien se prohíbe el uso civil, el Estado tiene potestad del uso de la pirotecnia para actos de interés público, es un contrasentido porque el primer garante de los derechos debería ser el Estado”, proclamó el hombre.
El reclamo de la familia choca con las exposiciones que hacen desde la Cámara Productora de Fuegos Artificiales que se protege bajo el derecho de la habilitación comercial desde hace 100 años. “Pero en estos 100 años hemos evolucionado como sociedad en materia de derechos”, agregó Gastón, quien consideró que “ningún tratado internacional protege los derechos de tirar pirotecnia”.
Los productores dicen que alrededor de 60 mil familias viven de la pirotecnia en temporada alta. A su vez, proclamaron que deben respetar su derecho al libre tránsito por las rutas nacionales y no decomisar su mercadería cuando transitan por Neuquén camino a otras provincias que si tienen permiso para la pirotecnia.
Gastón quiere modificar la ley actual para impedir la descarga de mercadería en rutas de la provincia. “La mayoría de la pirotecnia llega importada desde China, y la traen importadores que también traen artículos de construcción, de bazar, o de cualquier otro rubro, no se van a fundir por no traer pirotecnia”, concluyó.