Se cumplen 40 años de la Guerra de Malvinas que marcó a grandes y chicos en Argentina, pero en especial cambió la vida de los soldados que fueron al sur del continente a luchar por su patria. Por eso, VíaPaís, quiere homenajear a sus héroes contando sus historias: en este caso Osvaldo Hillar contó como fue su experiencia a VíaMalvinas.
Osvaldo, soldado de clase 63, perteneció al Puesto Comando del Grupo de Artillería Aerotransportada N°4 (GA AEROT 4). En diálogo exclusivo con VíaMalvinas, contó que su unidad intervino en la guerra de Malvinas el 23 de abril; en ese momento Hillar llevaba poco más de un mes de servicio, ya que se sumó a las fuerzas el 3 de febrero.
“El día 22 de abril de 1982 algo se intuía, pero no recibimos ninguna orden, hasta el día 23 de abril, donde nuestro Teniente Coronel Quevedo junto al General de Brigada del tercer cuerpo de Córdoba nos comunicó que ‘tendríamos el orgullo defender ese Suelo Patrio’”, recuerda de aquel momento Osvaldo.
Hilliar detalló que su unidad partió de Córdoba hacia Comodoro Rivadavia en un 707 de Aerolíneas Argentinas, y que al día siguiente, casi a la media noche, llegaron a Puerto Argentino en Malvinas. El clima era hostil, “muy frío y ventoso”. “Caminamos con nuestro equipo a oscuras, distantes unos mil metros, hasta armar nuestra carpa donde entraban dos personas. Ahí íbamos a permanecer un día, para luego ir hacia nuestras primeras posiciones armando los vivacs (lugares de acampe) distantes 2 km de Puerto Argentino”, detalló.
El 1° de mayo, comenzaron los ataques de los aviones ingleses y el fueguino junto a los soldados cordobeses resistieron. Hillar recuerda que el 6 de mayo el fuego de hostigamiento del enemigo fue permanente durante toda la madrugada: “Nos refugiamos contra las rocas los que estábamos cerca, otros en trincheras cubiertas con tepe de turba”, comentó y detalló que su jefe, el Capitán Esperandonez, fue como su segundo padre en el conflicto y que lo cubría en cada bombardeo.
El servicio militar hizo que el fueguino se cruzara con Eduardo Antonio Vallejos, ingresaron juntos al Grupo de Artillería y viajaron a Malvinas por la guerra. Lamentablemente, el cordobés murió entre el 11 y 12 de junio del 82, pero Hillar lo homenajeó de una manera muy particular: solicitó el cambio de domicilio de su DNI a las Islas Malvinas y la calle que figura es el nombre de su compañero fallecido.
Vallejos fue alcanzado por las esquirlas de una bomba naval que explotó a dos metros de él, a dos días de la caída de Puerto Argentino en manos de los británicos. “Hice el cambio de domicilio en el Registro Civil hace aproximadamente un año y medio. Es una reivindicación simbólica de la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas, aunque también un homenaje a un compañero fallecido muy cerca mío durante la guerra”, detalló en diálogo con Télam.
“Su muerte es algo que me marcó mucho y tenerlo en el documento es una forma de poder llevarlo a todos lados a donde voy”, reconoció el veterano fueguino y aclaró que todo esto lo hizo con la autorización de los familiares de Vallejos. Es por eso que en el DNI de Hillar figura como domicilio “Eduardo A. Vallejo 103. Puerto Argentino”.
En la misma línea, recordó, en diálogo con VíaMalvinas, a su “hermano” caído en Malvinas: “Hace varios años que lo tenía en mente. En primer lugar, en memoria de mi hermano. Con él frecuenté mucho, charlábamos mucho y habíamos creado una linda amistad junto a otros hermanos. El día que falleció en Malvinas, yo estaba en el puesto comando y lo bajaron en brazos otros compañeros y no lo podía creer, de verlo tirado en el piso”.
“Eso me movilizó durante muchísimos años y es algo que tengo siempre presente en mí y decidí, cuando me aceptaron hacer el cambio de domicilio del DNI, de suscribir el nombre de él en honor y a que sea recordado siempre en mi documento, más allá que sea simbólico, para mí no es nada simbólico. Tengo en mi memoria que Eduardo está en Darwin y lo tengo dentro de lo que es mi documento. Para mí es un eslabón muy importante, ojalá Dios quiera que el día de mañana él y todos los héroes sean recordados los 365 días del año, en distintos lugares, incluso en Malvinas”, concluyó.