Los operativos en desarmaderos clandestinos de distintos puntos de Tucumán, retomaron la polémica sobre la demanda en el mercado negro.
El fiscal Diego López Ávila habló sobre los procedimientos y dijo: "Estamos tratando el tema con una mirada distinta, no como un hecho aislado sino como una política criminal. Intentamos ir no solo por el autor material sino también por aquellas personas que adquieren productos sustraídos o de dudosa procedencia".
El funcionario dijo que la responsabilidad que los demandantes tienen en este tipo de prácticas "son la tercera pata". "Están dentro del mercado negro y no lo desconocen ni les importa", agregó.
Por su parte dijo: "Hay que tener en cuenta que estos productos pueden provenir de hechos de sangre". Además, considera que los desarmaderos son manejados por organizaciones criminales que se valen de la falta de control. "Estamos convencidos que la respuesta tiene que ser de todos los organismos", concluyó.