Todavía recuerdo aquella primera charla con Sebastián luego de su regreso a Tres Arroyos, después de 35 años de ausencia. Detrás de la vidriera de una confitería céntrica Sebastián contemplaba algo más que las calles y su habitual movimiento. Con aires nostálgicos en su mirada, Sebastián contemplaba parte de su juventud perdida. Buscando en cada gesto, alguna señal de un pasado ausente para siempre.
- "¿Cómo encontraste Tres Arroyos?" – le pregunté - "Grande… pujante… apagada… Permaneció en silencio algunos segundos con su mirada aún clavada en la ventana. Luego me preguntó sin esperar respuesta: "¿Te acordás de los carteles de neón del centro?
Hasta los años 80 el centro de Tres Arroyos estaba iluminado de punta a punta por los carteles de neón, algunos empotrados a la pared, otros sobre grandes marquesinas, y otros en enormes carteles publicitarios que sobresalían de las veredas, allá en las alturas.
Yo si – comenzó a relatar - me acuerdo el de Casa Orión, era gigantesco y de color naranja y se prendía y apagaba como si un músico avezado estuviese ejecutando un Glissando sobre las teclas de un piano y cuando toda aquella marquesina naranja se apagaba se prendía en color verde las letras con el nombre del negocio. Estaba también el Helado gigante de Lanin rodeado de cucharitas de distintos colores, y acá a la vuelta las flechitas que secuencialmente se prendían para indicarte el camino a la puerta de entrada de Pantalonería Suriá. Acá enfrente otro cartel de neón de "Los Cracks", en la otra cuadra la flor gigante de Florería la Cueva, las letras verdes del cartel de Spenza, las letras también verdes del cartel del cine Tortoni sobre la marquesina. Dos cuadras más allá el dibujo iluminado de un pantalón que pertenecía precisamente a "La Casa del Pantalón." Más allá sobre Colón y Maipú un cartel cuadrado y luminoso de la Tienda Blanco y Negro y en la vereda de enfrente el de Casa Mulazzi, que con los años fue reemplazado por uno que promocionaba los 90 años de la firma.
Me acuerdo de las vidrieras gigantes y siempre iluminadas de Casa Arteta y Casa Aduriz y que en los días de lluvia todos esos colorinches de los carteles de neón se reflejaban en el asfalto mojado iluminando mucho más el centro; eran como cuadros abstractos que se dibujaban en el piso a lo largo de toda la cuadra. El cartel del cine Americano todavía está. Lo vi escondido detrás de unos árboles, es como el ultimo guardián de aquellos años.
La crisis de los años 90 fue haciendo desaparecer paulatinamente las luces de neón, el centro se fue apagando; negocios emblemáticos y de muchos años fueron poco a poco desapareciendo.
La intersección más emblemática de la ciudad, Colón y 9 de julio sufrió modificaciones en tres de sus cuatro esquinas: solo permanece Zapatería Boston; el Banco Francés reemplazó a la tradicional y emblemática tienda Gath y Chaves; Multi tiendas Casa Aduriz que dominó la escena por más de 50 años desapareció entrando los 90 y sus instalaciones se dividieron en varios locales, durante un par de años funcionó en esa esquina una sucursal de Heladerías Maipú. En la esquina de Sorti con 33 años de permanencia, (antes Sortilege) hubo anteriormente una juguetería, antes de la juguetería, la casa de moda "Tempo" y anteriormente las instalaciones del Banco Cooperativo Agrario.
Colón es sin dudas la calle principal de la ciudad. En esa cuadra podemos mencionar algunos negocios que existían en la década del 80 y que han desparecido además, de la ya mencionada casa Arteta (luego durante los 90, Grandes Tiendas Castellanas) podemos nombrar “a vuelo de pájaro”: Juguetería La Tentación, Etam, Marroquinería Iturralde, Modart, Los Cracks, Mulazzi, en Colón y Maipú; Bar Americano Stop, Colon 453; Juguetería los 95, luego trasladada a calle Maipú; Florería Rodrigo al lado de Zapatería Boston, mismo local donde estuvo luego helados Frigor; heladería Mía Patry, Lanín, Vaquería Power al 133; Supertienda Solá al 346; Imprenta Gutenberg, hoy Efectivo Si; el diario La Voz del Pueblo en Colón 33: Rigó Regalería; Gimnasio Stadium.
Sobreviven al paso del tiempo Bonafide y el Cine Tortoni que sin dudas es el comercio que más cambios estructurales ha sufrido a lo largo de su historia, desde aquellas grandes vidrieras al mejor estilo de los cines de la calle Lavalle en Buenos Aires, pasó en los 90 a una pequeña entrada flanqueada por dos negocios, para recuperar parte de su antiguo esplendor a mediados del año 2005 con la modernización de sus salas y la instalación de una confitería y tres modernos locales comerciales.
Sobre Hipólito Yrigoyen entre el 1 y el 200 recordamos a: Calzados Raquel, Joyería y Relojería Sandoval, Relojería Gatto, RyM ropa, Casa Orión, Calzados Choppi, (Hoy en el Paseo Español) Librería Maravillas.
En Maipú: Helados Maipú, Regalos Josefina, Klaromeco Camping Sport, La Hogareña ropa blanca, Calzados Mabegui, Juguetería los 95, King Publicidad.
Sobre calle Chacabuco: Comercial Binaghi, Sedería La Torre; Doña Sol, ropa actual y futura mamá; Goya regalos, Sandwichería El Ombú; Mercería Santa Ignacia, María Chantal modas, Joyería Mercalli, Mecánica Holzman, La Casa de la Chapa.
Como dejar de mencionar ya entrado en los años 90 la heladería Massera, los videojuegos de Relax y Galaxy, donde pasábamos las horas cuando nos hacíamos la rata del colegio, los almuerzos y cenas familiares en El Troppo, La Tuerca y Don Peponne, las tardes en la confitería Class y Aristóbulo, las salidas a Yamó y las reuniones posteriores en Juan de los Palotes, Vittorio o El Quijote, las noches de baile en Mikonos, Spectrum El Almacén o Danger.
Serán muchos los olvidos o las omisiones en las que habremos incurrido en esta nota, muchas las luces de neón que no hemos encendido y varios los comercios que han caído en el olvido, al menos en el olvido de quien escribe.
Podríamos hablar, también del crecimiento constante del Parque Industrial, de la expansión de la ciudad más allá de sus primeros límites, de la remodelación de las cuatro principales plazas y de tantas otras cosas que no alcanzaría ni una ni dos notas.
Este fue apenas un pantallazo de lo que fue y es nuestro Tres Arroyos. Un pantallazo que puede resumirse en el siguiente video. (Archivo fotográfico: Colección privada de Andrés Errea – Videos: Colección privada GS.)