El sábado 21 de enero se abrió una petición para que la jueza pampeana Ana Clara Pérez Ballester sea destituida de su cargo. Dicha iniciativa se creó como consecuencia de que la magistrada le haya quitado el cuidado personal de Lucio Dupuy a su familia paterna.
“La Justicia de La Pampa es cómplice de su asesinato”, señalaron algunos manifestantes. Tiempo atrás, se realizaron varias protestas para separar a la funcionaria del cargo, pero se bloqueó la posibilidad de que se le realice un sumario administrativo.
Cabe recordar que en 2020, luego de que los tíos de Lucio lo hayan criado al menor de edad durante años, su progenitora, Magdalena Espósito Valenti -principal acusada de haberlo asesinado-, decidió hacerse cargo de él y lo trasladó a la capital pampeana con ella.
Christian Dupuy, padre del niño, frente a esto solicitó que la Justicia provincial le otorguen la “tenencia” de su hijo. Muy por el contrario, la magistrada piquense le negó el cuidado personal, otorgándoselo a su madre y la pareja de la misma.
“Merece ser destituida, condenó a muerte a mi nieto al entregárselo a las asesinas”, indicó Ramón Dupuy, abuelo de la víctima, en diálogo con VíaPaís. Dicha petición, la cual de momento va juntando 7.358 firmas de las 10.000 que busca alcanzar, fue realizada a través de CitizenGo.
Aún así, el pampeano no vio demasiadas esperanzas de que la jueza sea apartada de su cargo. Miembros del Superior Tribunal, meses atrás, archivaron la actuación bajo el argumento de que, a la fecha en que la magistrada tomó esa medida, no habían pruebas de maltrato infantil contra la víctima.
Por qué la Justicia permitió que Lucio Dupuy viva con su progenitora
En 2019, Espósito Valenti y Dupuy decidieron poner fin a su relación. En ese entonces, ella estaba sin empleo y él trabajaba en Lujan, lejos de su ciudad natal, motivo por el cual la “tenencia” de Lucio se convirtió en un tema de discusión.
Ahora bien, bajo acuerdo de ambos se decidió que el chico, quien para ese momento tenía tan solo 3 años, viviera con sus tíos paternos en General Pico. De esta manera, Lucio fue cuidado por Maximiliano Dupuy y Leticia Hidalgo.
Según detalló Ramón, su nieto vivía feliz con sus tíos. Disfrutaba estar allá y no sólo tenía mucho contacto con él y con Silvia Gómez, su abuela, sino también con su padre. Espósito Valenti, por su parte, lo veía en menor medida ya que su situación económica no la dejaba trasladarse seguido desde Santa Rosa hasta allí.
Para junio del 2019, había un expediente judicial que evidenciaba que Lucio estaba bajo el cuidado personal de sus tíos paternos en General Pico. “Con Silvia lo llevábamos siempre a una plaza en el barrio Don Bosco, donde ahora tiene un monolito en su memoria. Jugaba tan contento”, recordó su abuelo.
Si bien dicha medida duraba un año, según lo acordado entre ambas partes el pequeño permanecería con Dupuy e Hidalgo hasta que la economía de su progenitora mejorara. No obstante, en enero del 2020 esta situación cambió.
Según pudo averiguar Infobae, Magdalena reclamó nuevamente la “tenencia” de Lucio. Explicó ante la Justicia que había formado una pareja con Abigaíl Páez y había comenzado un “prometedor” emprendimiento de venta de tortas.
La pampeana, actual imputada por el asesinato del menor, también indicó que había alquilado un departamento y estaba lista para recibir a su hijo. Ramón, entonces, aseguró que mientras Lucio vivía en Pico, la muchacha se había ido de mochilera y no siguió el estado de su hijo.
Aún así, Espósito Valenti consiguió el patrocinio de una abogada de La Pampa que la ayudó en este proceso para pedir que el nene vuelva con ella. Sin embargo, del otro lado, los tíos del nene no estaban dispuestos a entregar al menor.
El 5 de febrero de 2020 se generó un nuevo expediente en el Juzgado de la Familia y del Menor N° 1 de la Segunda Circunscripción Judicial, a cargo de la doctora Ana Clara Pérez Ballester, que fue llamado “Esposito Valenti Magdalena c/ Hidalgo Leticia s/ cuidado personal”.
Infobae detalló que, durante la primera audiencia de mediación en marzo para intentar llegar a un acuerdo, Leticia Hidalgo no pudo presentarse pues días atrás había sido madre de mellizos. De este modo se reprogramó ese encuentro judicial.
La siguiente audiencia fue el 1° de julio, mientras Argentina estaba en plena pandemia bajo una estricta cuarentena obligatoria. No se llegó a ningún acuerdo y se firmó un régimen de visitas los fines de semana cada 15 días.
La magistrada Pérez Ballester estableció que Magdalena podía ver al nene en General Pico. Incluso podía buscarlo en aquella ciudad el viernes, llevárselo a su casa en Santa Rosa, y devolverlo el lunes a primera hora con los tíos.
No obstante, cada vez que llegaban los viernes y la progenitora de Lucio viajaba para buscarlo, había llamados a la Policía donde ella denunciaba que no le permitían tener contacto con él. Testigos calificaron estas situaciones como momentos muy traumáticos, sobre todo para Lucio.
El viernes 31, Espósito Valenti se llevó a Lucio a Santa Rosa, pero al lunes siguiente no lo regresó con sus tíos. Cabe destacar que en ese momento, por un aumento de casos de COVID-19, se había prohibido la circulación en espacios públicos.
Recién a fines de agosto del 2020 se realizó un nuevo encuentro para cerrar el conflicto entre ambas partes. Los tíos de Lucio, para evitar más problemas con la policía cada vez que su progenitora lo buscaba, y teniendo en cuenta el estado de sus hijos recién nacidos, lograron un acuerdo.
Magdalena Espósito se quedó definitivamente con el cuidado personal de su hijo. El documento fue firmado por los dos sectores, todo bajo la supervisión de asesora de menores Eliza Catán.
“Las partes suscriben el acuerdo conforme al artículo 287 del Código Civil de esta provincia. Por ser este el medio más eficiente no tengo objeciones que formular por tratarse este de un beneficio para el niño Lucio Dupuy. Este Ministerio entiende que deberá darse por terminada la tutela concebida en el artículo 135, inciso b, resultando claramente la renuncia del tutor”, establece el documento al que accedió Infobae.
El 4 de noviembre de aquel año, la jueza Ana Clara Pérez Ballester homologó dicho acuerdo, es decir, le dio el visto bueno. De esta manera, Esposito Valiente y Páez se quedaron legalmente con la “tenencia” de Lucio.
A partir de allí, el chico tuvo varios ingresos a hospitales santarroseños; faltó muchas semanas al jardín de infantes y no se le permitió ver a sus amigos ni a su familia paterna. Con su asesinato el 26 de noviembre del 2021, se descubrió el calvario que vivió durante sus últimos meses de vida.
Para denunciar casos de maltrato infantil, llamá al 102, línea gratuita y confidencial. Por situaciones urgentes llamar al 911.
