Hay historias de amor que traspasan fronteras, idiomas y culturas, que tratan de sueños y proyectos y merecen ser contadas. Esta es la de Haneen, quien en diálogo con VíaPaís contó cómo dejó Siria para vivir en La Pampa y conoció a Besim. Así se enamoraron, se casaron y quedaron al frente de un emprendimiento de comida árabe.
Hannen tiene treinta años y hace seis llegó a la Argentina desde Latakia, Siria, bajo el “Programa Siria” a través del cual distintas personas pueden ayudar a ciudadanos sirios a buscar un futuro mejor, lejos de los conflictos bélicos.
“Yo siempre digo que Argentina me eligió. Mi adaptación al comienzo fue difícil, pero con el tiempo aprendí español y todo me resultó más sencillo. Hubo mucha gente que me ayudó y que me trató muy bien desde el principio. Eso creo que fue lo más importante”, remarcó Haneen.
El otro protagonista de la historia es Besim, quien también tiene 30 años, pero nació en Santa Rosa, La Pampa. Su madre es libanesa y su padre argentino, descendiente de libaneses. Estudia la carrera de Profesorado de Inglés en la Universidad Nacional de La Pampa y da clases tanto en un Instituto como de manera particular. El idioma fue un factor importante para unirlos.
Escapó de Siria y conoció al amor de su vida en La Pampa
La pareja se conoció en un almuerzo de bienvenida a Haneen en la provincia pampeana organizado por la Asociación Árabe de Santa Rosa, de la cual formó parte la familia del joven. “En ese encuentro tuvimos nuestra primera charla y desde ese día no nos dejamos de hablar”, afirmó el hombre.
En ese entonces, la muchacha vivía en Parera, a unos 180 kilómetros de Santa Rosa, motivo por el cual las comunicaciones eran hasta altas horas de la madrugada, en inglés y vía telefónica, ya sea por mensajes de textos o llamadas.
“Haneen estudió mucho tiempo literatura inglesa en Siria por lo que hablaba bien y fluido. Yo, como estudiaba inglés, también me comunicaba de esa forma y entre charlas y charlas nos fuimos conociendo mejor”, recordó Besim.
La joven siria empezó a viajar con mayor frecuencia a la capital pampeana hasta que a finales del 2016 se mudó allá, a una residencia para estudiantes con el objetivo de trabajar y seguir mejorando su español.
La joven siria se casó con el amor de su vida en Santa Rosa
Luego de tres años de convivencia se plantearon dar un paso mayor en su relación y decidieron casarse. El 31 de enero de este año finalmente se convirtieron en marido y mujer. “Nuestra vida como casados es prácticamente la misma que veníamos teniendo de antes, sólo que con los papeles”, detallaron.
Si bien la familia de la novia todavía vive en Siria, pudieron conocer a su marido a través de videollamadas, aún frente a la distancia y las dificultades que tiene Besim con el idioma árabe.
Haneen tuvo la oportunidad de viajar a Argentina, pero sus padres y su hermano menor permanecieron en el país asiático. Según contó, pese a los conflictos que viven las personas allá, se encuentran bien.
Por otro lado, también tiene una hermana más chica que estudia en Rumanía. “Pude hacer un viaje en el 2018 para estar en su graduación universitaria y en ese viaje me reencontré con mi familia. Ojalá pronto podamos vernos de nuevo”, explicó.
“Arabian”: el emprendimiento gastronómico árabe de Haneen y Besim
Los padres de Besim crearon un emprendimiento gastronómico y le enseñaron a su hijo todo sobre la comida árabe. Con el tiempo él y Haneen comenzaron a colaborar en ferias y eventos en la Asociación Árabe, hasta que terminaron a cargo del mismo, pero siempre con la participación activa de la familia.
Ya hace dos años que “Arabian”, el proyecto gastronómico, está en manos del joven matrimonio. “A medida que íbamos cooperando, algunos eventos los organizábamos nosotros mismos. Nos fue gustando cada vez más y le empezamos a dar nuestra impronta en las redes sociales, difusión, entre otras cosas”, indicó el santarroseño.
En diálogo con VíaPaís comentaron que tienen gran variedad de platos asiático porque se van sumando nuevos cada fin de semana. Preparan desde shawarma, picadas y falafel, hasta empanadas árabes y cosas dulces.
El sueño de un local propio de comida árabe en Argentina
“A nivel personal, con Haneen coincidimos en que nos gustaría poder realizar algún viaje tanto por Argentina como al exterior. En cuanto a lo matrimonial, no tenemos ningún objetivo a corto plazo. Creemos que lo más importante es encontrar la felicidad en el día a día, lo demás se dará sólo”, sostuvo el Besim.
Sin embargo, las metas en cuanto a lo laboral están más claras: les gustaría tener un local gastronómico propio, un lugar ambientado de tal forma que los comensales puedan transportarse a Siria o Líbano gracias a la decoración y la música.
“Esto último ya lo hacemos en el sitio donde cocinamos, es decir, la Asociación Árabe, donde nos conocimos por primera vez y que hoy alquilamos para poder hacer nuestras comidas”, finalizó el matrimonio.
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