El pasado 11 de julio, el vecino de Macachín Ismael Gómez, un jubilado de 69 años de edad, desapareció de los lugares que frecuentaba y desde entonces era buscado por personal policial y de bomberos utilizando perros adiestrados, parapentes y aviones. Las autoridades habían ofrecido una recompensa de 500 mil pesos para quien pudiera dar pistas de su paradero.
Este lunes, tres chicos de 12, 13 y 15 años de edad encontraron el cuerpo mientras estaban "cazando pajaritos". Al relatar el episodio, sus padres primero no les creyeron pero luego verificaron que se trataba de un cadáver y llamaron a la policía.
Los investigadores pudieron confirmar, este jueves, que el cuerpo es el de Gómez, hallado en un campo situado al oeste de la localidad, entre unos médanos rodeados de árboles y en línea recta desde su casa, a no más de mil metros de distancia.
"Lo reconoció el hijo", le dijo una fuente policial a El Diario, asegurando que "no hay indicios de una muerte violenta", y que "está en el lugar desde el día de su desaparición".
"El cuerpo quedó muy dañado por los animales carroñeros. Entre hoy y mañana (por el miércoles y el jueves) se van a terminar de levantar todas las partes (sic) y el viernes se realizará la autopsia correspondiente", explicaron las fuentes.
Trabajó en el lugar el médico patólogo Juan Carlos Toulousse junto a personal de la Agencia de Investigación Científica a cargo del fiscal Oscar Cazenave, que cercó el lote donde se encontró el cuerpo y retomó este miércoles la investigación.
Un equipo de la Oficina de Asistencia a la Víctima y el Testigo del Ministerio Público Fiscal, que comanda Ignacio Dalgalarrondo, se ocupó del abordaje de la familia del fallecido, entre ellos el hijo, Adrián Gómez, y de los chicos que encontraron los restos.