El gobernador Omar Perotti otra vez se refirió al estado en el que encontró las finanzas provinciales. "Los recursos no estaban, la caja estaba vacía", dijo y remarcó la necesidad de empezar a ordenar las cuentas de la provincia. "Apuesto a equilibrar las cuentas y ordenarlas, porque no me gusta el despilfarro ni el desorden", indicó.
Por otro lado, consultado sobre si la deuda de la provincia es manejable, el gobernador afirmó que "con herramientas va a ser manejable, pero hoy no las tenemos". En ese punto, valoró: "He leído que la gestión anterior reconoce la deuda, y me alegra mucho, porque al menos hasta aquí sabemos que hemos dicho la verdad siempre".
Perotti remarcó también que la deuda hubiese sido manejable si hubiera contado con su propio presupuesto o si pudiera contar con los súper poderes que le hubieran conferido las múltiples declaraciones de emergencia que naufragaron en la Legislatura. "No me la hacen difícil a mí, se la están haciendo dura y difícil a los santafesinos, que no pueden cobrar en tiempo y forma sus salarios, o a los trabajadores de empresas que no tienen espalda y tienen que despedir", sentenció.
Así Perotti destacó que ante tal panorama se debía empezar a ordenar las cuentas de la provincia, con cronogramas que generan inconvenientes. "Uno es consciente y no quiere empezar no pagando los sueldos en tiempo y forma, pero la alternativa era recurrir al mecanismo de descubierto bancario, y consideramos que ningún santafesino debe que pagar una tasa obscena del 70 por ciento", manifestó.
Para finalizar, el mandatario insistió en que, comparando el primer trimestre de 2019 con igual período de 2018, Santa Fe es la provincia que peores números tiene a nivel nacional cuando se compara la relación entre ingresos y lo que se gastó. "Cuando uno mira las provincias vecinas observa que no han tenido problemas para pagar sueldos; ni Entre Ríos ni Córdoba, donde han sido cuidadosos de cómo iba con su evolución de ingresos", sostuvo.
En horas de la mañana, el gobernador visitó el Centro Comunitario María Madre de la Esperanza, que coordina la hermana Jordán, en barrio Empalme Graneros, de Rosario.