A fines de junio, se presentó en sociedad a la renovada estación de trenes de la ciudad e, incluso, el acto de reinauguración contó con la presencia de funcionares nacionales y provinciales. Sin embargo, un mes después, la contracara evidencia el vandalismo.
Una cámara logró captar roturas en los vidrios -producto de alguna piedra-, y los vecinos denunciaron que en la zona hay un grupo de menores que provocan destrozos en las viviendas con las gomeras, pero que absolutamente nadie se hace responsable.
Los descargos en las redes sociales no tardaron en llegar y salió a flote la cuestión social y educativa. "Detrás de esta fachada están los olvidados, los que viven en la calle y salen con poco a rebuscársela", escribió un usuario frente al reclamo de otros.
(Fotografía: Gentileza Nicolás Roberto)