Tras reiterados robos, vecinos de un barrio sanluiseño hacen fogatas para vigilar de noche

Se trata del barrio Mirador del Cerro 3 y es una medida que decidieron tomar debido a que las autoridades no les brindan respuestas respecto a los últimos casos.

Tras reiterados robos, vecinos de un barrio sanluiseño hacen fogatas para vigilar de noche
Fogata- imagen de archivo

Los vecinos del barrio Mirador del Cerro 3 aseguran que día por medio son víctimas de delitos y declaran que la Policía “demora media hora en llegar” y que “nunca” colabora para que los vecinos recuperen sus pertenencias.

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“No sabemos qué hacer, estamos muy preocupados”, transmitió Patricio, uno de los vecinos que fue víctima de la inseguridad que vive en la zona para diario El Chorillero. El residente aseguró que desde hace tres meses los hechos delictivos no se detienen.

Resignados con que las autoridades policiales no trabajen en los casos del barrio, tomaron la decisión de visibilizar la realidad que los rodea. Por ello, cuidan el barrio entre vecinos cada noche realizando fogatas. También, se dividen en grupos para recorrer todas las calles del barrio que consta con más de 60 familias.

Vecinos-  imagen ilustrativa
Vecinos- imagen ilustrativa

“Había sufrido algún que otro robo durante la obra de mi casa, pero dentro de todo estaba tranquilo. Hace dos o tres meses, el panorama se volvió terrible y se producen cada uno o dos días”, sostuvo uno de los vecinos.

Las viviendas están rodeadas de terrenos con arbustos que tiene acceso directo al barrio Eva Perón. Estas plantaciones son utilizadas por ladrones para espiar las casas y esconder los elementos que se apropian. Por ello, reclamaron al municipio para que poden los arbustos, pero tampoco recibieron respuestas por la institución.

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“Tenemos un grupo de seguridad para avisarnos todo. La Policía insiste en que llamemos al 911 y lo hacemos, pero llegan media hora después de que se fueron delincuentes”, afirmó Patricio. Asegura que nadie puede dormir bien de noche por miedo a que ingresen a sus hogares.

Los vecinos sospechan que los ladrones son siempre los mismos, ya que les hurtan sus alimentos, muchas veces hasta los consumen en sus propias viviendas.