La Universidad Nacional de San Luis (UNSL) vuelve a ser noticia por descubrimientos: en esta oportunidad todo surge de una investigación posdoctoral donde se determinó que el consumo de aceite de oliva no solo expulsa del organismo a la bacteria que produce inflamación, gastritis crónicas, úlceras y cáncer gástrico, sino que además frena la infección y produce la muerte de la bacteria.
La científica Andrea Celeste Arismendi Sosa, quien desde su formación doctoral viene estudiando la bacteria helicobacter pylori que está asociada a enfermedades gástricas y extra gástricas, reveló este nuevo beneficio que se le suma al aceite de oliva.
Hallazgo argentino: el aceite de oliva ayuda a curar enfermedades gástricas
El objetivo científico inicial fue encontrar compuestos de origen natural que frenen la infección gástrica por parte de la bacteria, que se adquiere generalmente en la niñez, y cuyos síntomas se empiezan a expresar en la persona adulta.
La infección produce una inflamación local y una respuesta inmune sistémica que no logra erradicar la bacteria, por lo tanto, persiste en el mismo nicho durante gran parte de la vida del hospedador, explicó la investigadora.
La presencia de helicobacter pylori genera una inflamación crónica, por lo que el objetivo fue dar con compuestos que no solamente eliminen al microorganismo, sino que a su vez mermen esa inflamación que sucede en la mucosa gástrica.
Las primeras células inmunitarias en activarse durante la infección son los mastocitos, que se desgranulan liberando distintos factores y enzimas que provocan la infiltración de otros tipos celulares y la inflamación. Como los mastocitos son células que se activan y producen la liberación de distintos compuestos que atraen a otras células inflamatorias, el objetivo fue buscar algo que ayudara a eliminar el microorganismo y su vez bloquear esa respuesta primaria de la inflamación.
Aceite de oliva, muy consumido y con muchos beneficios
Así fue como se llegó al aceite de oliva extra virgen que viene del primer prensado de la oliva y con algunos compuestos químicos que se obtienen del procesamiento del aceite y de la pulpa de la oliva.
El aceite de oliva es muy consumido y tiene diversos beneficios en salud. Además, es algo que se produce en gran cantidad en la región, tiene beneficios cardiovasculares conocidos, y a su vez se puede consumir en las dietas diarias y es distinto a un medicamento.
“Con el consumo de este aceite en particular se puede inhibir o prevenir la inflamación que aparece producto de la bacteria, las pruebas se realizaron con aceite de girasol, pero los resultados fueron negativos”, aclaró la experta.
Con respecto al contagio de la bacteria en las personas, Arismendi Sosa explicó que muchas teorías lo vinculan a un contagio dentro del ámbito familiar, ya que se las ha visto en saliva y en las placas dentales y que también se cree que el agua podría ser un vehículo de contaminación.
Qué es la gastritis
La gastritis es una inflamación de la mucosa gástrica, es decir, la capa de células que recubre el estómago por dentro. Puede ser aguda (de aparición repentina) o crónica (persistente), y puede tener varias causas, incluyendo infecciones bacterianas, irritantes como el alcohol o el uso prolongado de medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs, reflujo gastroesofágico, enfermedades autoinmunitarias, entre otras.
Generalmente, la gastritis se asocia con estrés o con un estado nervioso, y al ver que no se va atendiendo estas primeras instancias, se realizan estudios más complejos y es allí donde se detecta la helicobacter pylori, cuando ya ha generado daño en la mucosa.
En pocos días, Arismendi Sosa realizará una estancia científica en Canadá donde investigará nuevas formas de inhibir al helicobacter pylori. El objetivo futuro es reutilizar compuestos de la industria olivícola que son residuales de las industrias, pero que presentan propiedades químicas importantes.
A partir de este estudio se contactaron con la científica investigadores de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) quienes trabajan con aceites esenciales derivados del orégano, la canela, el tomillo y el comino, para realizar un proyecto de investigación conjunto y poder estudiar la utilización de esos aceites contra la bacteria. La UNSL es una de las pocas universidades en el país que cultiva ese microorganismo y lo manipula en laboratorio.