Los habitantes de los parajes de Santa Rita y El Valle, al interior de San Luis, denunciaron a través de redes sociales la terrible situación que están viviendo a causa de no tener agua. Están desesperados porque el suministro se agotó, las plantaciones de sus huertas se están perdiendo e incluso los animales muriendo. Para sobrellevar esta situación tienen que comprar el agua y pagar costosos traslados.
Los parajes están ubicados al noroeste provincial, a la altura del kilómetro 906 de la Ruta Nacional Nº 147, y son parte del departamento Belgrano. Están unidos por un camino de tierra de seis kilómetros y alejados de la capital puntana por unos 110.
Según publicó El Chorrillero, en total son unas 15 familias que no quieren "bajar los brazos ni darse por vencidos"; entonces decidieron salir a contar lo que están sufriendo. Necesitan que el agua también sea digna, para que esas familias que aman su tierra y el campo, vivan bien.
La verdad que expusieron es que "desde septiembre las represas se quedaron sin agua y que por eso los animales se están muriendo de sed". Además, la poca agua que queda y que llega a sus casas "está podrida". Incluso resulta increíble y hasta inexplicable entender la situación ya que están a unos 6 kilómetros de distancia de un dique.
"No es lo mismo vivir en la ciudad, con los servicios instalados en la casa, que en el campo. No tenemos luz eléctrica, sólo paneles solares y para realizar el lavado de ropa u otros trabajos hay que usar grupo electrógeno", contó una vecina, que al igual que los demás habitantes, su único deseo es tener: "Una mejor calidad de vida"
“Aspiramos a que nuestros abuelos puedan tener acceso al agua, y que el día de mañana los niños puedan quedarse y no tener que decidir irse porque en el campo no se puede vivir”, expresó la mujer.
En la región hay un total de 42 ciudadanos: 24 en El Valle y 18 en Santa Rita. La mayoría son personas mayores que han pasado toda su vida en el lugar.