Voluntarios de la Fundación Prójimo de San Luis, que reúne a unos 40 jóvenes, reclamaron hoy políticas públicas para las personas en situación de calle, tema que recrudeció tras la muerte de un hombre de 47 años al que asistían con su trabajo solidario.
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Cristóbal David Silva, miembro de esa fundación, dijo que el Guadalberto Carranza, conocido como Guly, murió el último 12 de julio por un paro de cardíaco, según consta en las actas de la morgue del Complejo Sanitario de ésta capital.
"A Guly nos lo arrebató el sistema, la indiferencia y la incompetencia", declaró Silva a Télam, quien aseguró que cuando lo buscaron y no lo hallaron en el lugar donde estaba siempre, recibieron la noticia de su muerte por parte de sus compañeros de calle que luego confirmaron, en el Hospital Público.
Para Silva, la burocracia estatal "es otro gran muro para quienes nunca desearon vivir lo que viven" y recordó que hace pocos días, tras la muerte de Guly, reunieron a cinco personas en situación de calle y llamaron al 147 para pedir asistencia, pero "nunca llegó".
Silva, licenciado en marketing y diseñador gráfico, explicó que vivir en la calle implica "la pérdida del empleo, la rotura de lazos familiares y enfermedades de todo tipo, como la malnutrición, que conforman un combo intenso" y advirtió que "cuando no existe ayuda eso desemboca en solitarias muertes tempranas".
Los jóvenes de Prójimo se organizan en tres áreas que incluyen donaciones, sector de niños y recorridas, lo que les permite contactarse con los "amigos" de la calle con quienes se encuentran cada martes a partir de las 20 horas.