Este próximo lunes podría llegar a su fin el juicio contra un changarín que manoseó y violó a su hijastra. El sujeto, que estuvo en libertad por algunas semanas, volvió a la cárcel el viernes y en unos días será trasladado al Servicio Penitenciario, donde se espera que pase los próximos 29 años de su vida. Esa es la pena que pidió la fiscal Claudia Salica para el padrastro abusador, pues entendió que la víctima no mintió y los aberrantes episodios relatados por ella fueron reales.
El caso salió a la luz el 26 de junio del año pasado, publicó Diario de Cuyo. La joven reveló el calvario que vivió por años en medio de una reunión familiar, cuando le confesó a su mamá que entre sus 11 y 18 años de edad su propia pareja había abusado de ella en reiteradas oportunidades.
Una semana después, la víctima declaró en el Centro de Abordaje de Violencia Intrafamiliar y de Género y detalló cada uno de los episodios. Contó el sujeto la atacaba, metiéndose por las noches a su habitación y manoseándola en la cucheta donde dormía. Después relató que con 12 o 13 años empezó a intentar tener relaciones con ella, aunque de todos modos la dañaba introduciéndole sus dedos.
El informe psicológico describió que en su testimonio la joven no mintió y que tanto de sus palabras como de sus gestos (el comportamiento no verbal) se desprendía que había atravesado situaciones de abuso sexual y violencia doméstica a manos del acusado. Esto puso en jaque al changarín, pues para la fiscal el informe fue clave y lo declaró culpable, anticipando que insistirá en que reciba una condena de 29 años de cárcel.
El defensor oficial César Oro cuestionó el planteo y las pruebas que presentó Salica y pidió la absolución de su cliente. Sin embargo, la solicitud no prosperó y se espera por la última parte del juicio de cesura (desdoblamiento de los alegatos), que determinará qué castigo recibirá el acusado.