Ariel iba camino a su casa para celebrar Nochebuena cuando un fuerte viento Zonda lo sorprendió a mitad de camino. Quedó a la intemperie, en medio de autos estacionados que no podían continuar su marcha, ya sin la visera de su casco porque se le había volado. Cuando llegó a su vivienda, un hermano quedó el shock al verlo y lo fotografió. Lo que nadie imaginó es que esa imagen después iba a convertirse en meme, en una de las publicaciones sanjuaninas más viralizadas.
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“La foto fue casual, la verdad es que nunca pensé lo que se iba a generar después. Yo iba llegando a mi casa y un hermano, que había venido de Buenos Aires a pasar las Fiestas, me fotografió. Después empezó a salir en todos lados y los medios ya se hicieron eco. Fue tremendo”, comentó el protagonista a Tiempo de San Juan.
En la imagen Ariel aparece con los ojos rojos y el rostro lleno de polvo. La misma fue utilizada para hacer bromas sobre suegras y cobradores, cada vez que corre viento Zonda. “Me escribieron de otras provincias, amigos que tengo en Estados Unidos y España por el karate. Todos me preguntaban si era yo el del meme y si estaba bien. Después aparecen las publicaciones de la suegra y del cobrador, y así, todos los días algo distinto. Incluso hubo gente que lo compartió sin saber que era yo. La verdad es que se presta para todo... (risas). Es gracioso y no me molesta en absoluto”, relató.
Ariel recordó el origen del meme, esa noche del 24 de diciembre de 2019 en calles España e Independencia, Villa Krause. “No alcancé a salir, y ya empezó a correr el airecito. Pero me agarró frente a un descampado, una cancha de fútbol de tierra, y ya fue imparable. No podía continuar, ni resguardarme en ningún lado. Era todo polvo y los autos quedaron igual que yo. No nos veíamos entre nosotros, hasta un auto casi me atropella”, contó.
El profesor de karate y comerciante comentó que fueron entre cinco y diez minutos los que estuvo a la intemperie. “No podía respirar, fue una desesperación muy grande. Además, había perdido la visera, no podía ni ver, me comí todo el viento”, agregó.
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Ahora, cada vez que sopla el viento característico de San Juan, confesó que su celular se llena de mensajes y sus redes sociales, de etiquetas. Incluso contó que hace poco se cambió de casa, con el viento como protagonista. “Sí, justo me tocó cambiarme de casa con viento y otra vez fue el centro de la burla. No me molesta para nada, es gracioso y así lo tomo”, cierra entre risas.