La confesión de una niña de 12 años en un centro terapéutico público de San Juan reveló un trasfondo de abusos sexuales y violencia física que vivía una familia, sobre todo la menor. Mediante esa declaración se supo que un hombre (no lo identifica para preservar a la víctima) aprovechaba la ausencia de su pareja para ultrajar a su propia hija. El caso terminó con una denuncia policial y condena para el acusado.
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De acuerdo al artículo publicado por Telesol Diario, el caso salió a la luz a principios de abril, cuando la nena contó a los profesionales el calvario que atravesaba ella, su hermana y su madre. La alumna contó que vivía situaciones de violencia y que su padre la manoseaba cuando su mamá salía de la casa con su hermana.
Las docentes del centro terapéutico realizaron la denuncia en el Centro ANIVI y automáticamente se desprendió una investigación. Después de recolectar pruebas, se detuvo al padre abusador y, mediante el sistema de Flagrancia, se lo condenó por el delito de abuso sexual agravado por el vínculo, informaron fuentes judiciales.
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El sujeto reconoció la autoría de los hechos en un juicio abreviado. Por esto fue condenado a 3 años de prisión condicional, es decir que no irá preso. Además, la Justicia determinó echarlo del hogar que compartía con su esposa e hija, y prohibirle cualquier tipo de acercamiento o contacto con las víctimas.