Nicolás Vega tiene 20 años y vive en el barrio Las Piedritas, de Albardón, una localidad agrícola de la provincia de San Juan. El joven trabajaba como changarín pero con la pandemia del coronavirus y la cuarentena se quedó sin nada. Sin embargo, fundó junto a su abuela Dominga Mercado, de 71 años, un merendero que empezó atendiendo chicos y hoy es el alimento de familias enteras. En plena cuarentena la gente hace largas colas con jarras para llevar algo de leche para sus niños.
"A veces damos leche sin galletas, sin tortitas, sin nada porque no tenemos", relató Nicolás a Diario Huarpe. Sin embargo, el joven no afloja y cuando eso sucede comienza a pedir a través del perfil de Facebook del lugar, llamado "Merendero Corazones Sonrientes". De esta forma, siempre consigue que alguien le done algo para darle de comer a la gente.
Según relató Nicolás, todo comenzó hace dos semanas cuando fue al almacén de barrio y escuchó la conversación entre una mujer y la almacenera. La vecina le pedía una lata de picadillo y 20 pesos de pan. Ese, era el alimento para una familia de diez personas, 8 niños y 2 adultos. Cuando el changarín le preguntó a la mujer qué necesitaba, ésta le reconoció que no tenían nada para comer. Ese día Nicolás fue hasta la casa de su vecina y le llevo dos paquetes de arroz y uno de fideos y surgió la idea de hacer algo por los niños de la zona.
Los módulos alimentarios que entregaba el municipio no alcanzaban a fines de marzo y con donaciones, más algo de la jubilación de su abuela compró 50 paquetes de arroz para darle de comer a las familias más necesitadas. "Ojalá los sanjuaninos nos ayuden porque acá hay muchas familias que no tienen para comer", sostuvo el joven ante el diario local. Si querés ayudar a Nicolás te podés comunicar al teléfono 2646272587 o al perfil de Facebook "Merendero Corazones Sonrientes".