En el barrio Eduardo Bustelo, en el departamento Santa Lucía, un módulo habitacional de durlock donde funcionaba también un merendero ardió en llamas este jueves en la madrugada. Allí vivían Nahuel Guaquinchay, su esposa y sus tres hijos, quienes milagrosamente pudieron escapar del incendio. Tras el siniestro, la familia quedó prácticamente en la calle y decenas de chicos se quedaron sin la copa de leche.
"Estaba dormido con mi señora, ella me dijo: hay humo, los niños lloran. En eso intento sacar a mis hijos de la casa, no podía sacar el gordo, rompo la ventana, el niño se cortó un poco el pie y yo el brazo. El es el único que ha quedado internado, el único intoxicado con el humo. Rompimos con mi mujer la ventana para sacarlos. Es triste, los niños del barrio también se quedaron sin merendero", comentó Nahuel, quien agregó que Bomberos Voluntarios de Santa Lucía trabajan para determinar qué causó el incendio.
Las pérdidas materiales fueron totales. El fuego arrasó con los muebles, la ropa, los electrodomésticos y los juguetes de los niños, también con los alimentos que servían para darle la merienda a los chicos carenciados de la zona.
Desesperados, la familia habló con Canal 13 y pidió ropa, pañales y abrigos para poder sobrellevar esta angustiante situación. "En segundos perdí mi casa", dijo el damnificado.
Quienes quieran colaborar con la familia deben dirigirse a la Escuela 357 en Santa Lucía, a nombre de Nahuel Guaquinchay.