El pasado 18 de noviembre detuvieron a tres mujeres que transportaban cocaína entre sus prendas de vestir. Lo agravante de la situación es que una de ellas había escondido la sustancia en la ropa de su hija menor de edad. Las descubrieron durante un control de rutina sobre la ruta N°5, a la altura de la localidad salteña de General Pizarro.
Quedaron detenidas y fueron imputadas por los delitos de transporte de estupefacientes agravados, tanto por el número de intervinientes como por la utilización de una persona menor de edad. En el caso intervino la Secretaría de la Niñez de la provincia de Salta.
Las acusadas y la menor viajaban en un taxi desde Orán con destino a Salta Capital cuando Gendarmería detuvo el vehículo en la ruta para un control. Las mujeres se bajaron y una de ellas arrojó un envoltorio con cocaína en el asfalto pero un efectivo la vio. Tuvo que confesar que la menor tenía adosado a su cuerpo dos paquetes de la sustancia. Otra mujer también reconoció que tenía cocaína. La tercera mujer, que iba sentada en el asiento de adelante, aportó tres identidades diferentes.
“En la primera oportunidad, la acusada dijo llamarse Elizabeth Flores Cali, de nacionalidad boliviana y residente en ese país; sin embargo, al verificar su nombre, el número de documento aportado, las autoridades de ese país desconocieron los datos, instancia en que brindó otra identidad y dijo llamarse Elizabeth Flores Calle”, explicó el fiscal Toranzos, a cargo del caso. Además, la acusada tiene antecedentes penales por narcotráfico.
El fiscal también le asignó responsabilidad en la coordinación del viaje y la contratación del remis que la transportaba de Orán a Salta, donde debían tener contacto con otro eslabón de la cadena de narcotráfico.