Caso Rosa Torino: una víctima dice que escuchó 175 relatos de abuso sexual por parte del excura

Se trata de la exmonja, Valeria Zarca, quien denunció a Rosa Torino en 2016. El juicio contra el fundador de de la congregación Discípulos de Jesús de San Juan Bautista comenzará el 25 de junio.

Caso Rosa Torino: una víctima dice que escuchó 175 relatos de abuso sexual por parte del excura
Agustín Rosa Torino

Después de cinco años de espera, finalmente el próximo 25 de junio comenzará el juicio por abuso sexual contra el exsacerdote Agustín Rosa Torino, fundador de de la congregación Discípulos de Jesús de San Juan Bautista, denunciado por dos exnovicios y una exmonja. Las audiencias se extenderán durante julio pero ni las víctimas ni la prensa podrán ingresar al recinto a presenciarlas.

“Escuché 175 relatos de abuso sexual”

Una de las denunciantes es Valeria Zarza, quien fue monja de la congregación que dirigía Rosa Torino. Tras animarse a contarle a la Justicia el calvario que había sufrido, la mujer enfrentó una denuncia por abuso sexual de parte de una joven que, según ella, es pariente del exsacerdote. Fue a juicio y quedó absuelta por falta de pruebas. “No podía creer que iba a enfrentar un juicio y podía ir prensa por denunciar el abuso que viví, contó Valeria en el programa Central Policial.

Salta. Valeria Zarza fue absuelta (Foto El Tribuno).
Salta. Valeria Zarza fue absuelta (Foto El Tribuno).

Zarza reveló, además, un dato estremecedor. “Escuché 175 relatos de abuso sexual”, dijo y aseguró que las víctimas no se animan a denunciar, y que muchas de ellas todavía son religiosas. “Algunos denunciaron y otros no, siguen ejerciendo el sacerdocio. Además la Iglesia no hace nada. Monseñor Cargnello y otros obispos han tratado de callar. Hace más de 20 años saben que Rosa es abusador”, remarcó.

La mujer denunció a Rosa Torino en 2016 pero los conflictos comenzaron en 2010 cuando, según contó, el exsacerdote intentó silenciarla. “Ese año empezó una guerra entre Rosa Torino y yo. Me mandó a sacar de los apostolados y pedía que me aparten de la comunidad. Les decía a las hermanas de mi congregación que no me crean porque yo tomaba medicación psiquiátrica. Me querían tener callada no solo por lo que yo vivía sino por lo que escuchaba”, finalizó.