Tres delincuentes armados irrumpieron en la casa de Martín Pullaro, hermano del gobernador de Santa Fe, en un barrio cerrado de Piñero, a las afueras de Rosario. El violento episodio, calificado como robo calificado con privación ilegítima de la libertad, ocurrió durante la noche del sábado, en medio de un corte de luz en el predio privado.
El ataque comenzó cuando Martín salió a revisar el medidor de electricidad tras la interrupción del servicio. Fue en ese momento cuando los ladrones, al menos tres, lo interceptaron, lo obligaron a regresar a la vivienda y lo maniataron junto a su esposa. Fuentes confirmaron que no sufrieron heridas físicas, pero sí un impacto emocional considerable.

Los asaltantes permanecieron dentro de la casa varios minutos, tiempo que aprovecharon para sustraer 500.000 pesos en efectivo, celulares Samsung, un iPhone, una computadora portátil, una consola de videojuegos y el DVR con las grabaciones de las cámaras de seguridad.
Para ingresar, los delincuentes habrían forzado el alambrado perimetral que limita con un terreno descampado. Además, se sospecha que un cuarto sujeto actuaba como campana en las afueras del predio.
El gobernador Maximiliano Pullaro se trasladó al lugar al ser alertado del episodio. Fuentes oficiales detallaron que tanto él como el fiscal de flagrancia y personal de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) supervisaron el relevamiento pericial.

El personal criminalístico levantó huellas dactilares en múltiples superficies y secuestró un cartucho intacto calibre 9 mm, marcando el carácter violento del asalto.
Se ordenaron pericias balísticas, análisis de cámaras y revisión del DVR sustraído para reconstruir el ingreso y la fuga de los agresores. La Fiscalía aguarda los resultados para avanzar con la investigación, aunque por ahora no hubo detenidos.
Este caso revive los reclamos por seguridad en zonas consideradas “privadas” y seguras hasta ahora. También genera preocupación política por la víctima, que, a diferencia del funcionario público, convive sin custodia, lo que dejó expuesta su privacidad y su hogar.
El hecho causó impacto tanto en el entorno familiar como en las autoridades locales. Por el momento, la causa se mantiene abierta y en manos del Ministerio Público, que espera resultados para identificar a los responsables y esclarecer si este robo responde a un hecho seleccionado o a un ataque al azar.