A partir de un fallo de la Justicia civil y comercial de Rosario, Almundo deberá pagarle más de un millón de pesos a un cliente varado por la pandemia de COVID-19. La resolución se dio a conocer este martes, tres años después de un viaje a Ushuaia que terminó de la peor manera.
Fuentes oficiales precisaron que la empresa deberá devolver con intereses el dinero del pasaje, alojamiento y seguro médico contratado en enero de 2020. A esa suma se añaden $ 300.000 por daño no patrimonial y una multa de 600.000 pesos.
El juez Marcelo Quaglia consideró que Almundo “no supo o no pudo” atender a su cliente cuando tuvo que volver a Rosario por el decreto de emergencia sanitaria nacional. “Además, lo embarcó en un viaje con resultados inciertos, donde arriesgó su salud e integridad física”, puntualizó.
El magistrado concluyó que la firma turística fue “imprudente” y no se trató de un “hecho aislado o excepcional” en el inicio de la pandemia de coronavirus. Al respecto, recordó: “Lamentablemente, se evidencian numerosos mensajes de reclamos similares en esos días”.
Como parte de la causa en el Juzgado en lo Civil y Comercial 14, la madre del demandante recordó que fueron a la oficina de Almundo para pedir la reprogramación del vuelo desde Ezeiza hasta Tierra del Fuego. A pesar del anuncio del presidente Alberto Fernández sobre las primeras restricciones por COVID-19, la compañía se negó a cambiar la fecha.
“Prácticamente lo obligaron a viajar. Le manifestaron que perdería el dinero”, precisó Quaglia en el fallo. Además, señaló que Almundo tampoco ayudó a su cliente cuando tuvo que volverse desde Ushuaia.
Un viaje con consecuencias que “no resultaban ni imprevisibles ni inevitables”
El 12 de enero de 2020, S. L. pagó un vuelo desde Ezeiza y el alojamiento por una semana en Ushuaia. El paquete incluía traslados al hotel para quedarse en Tierra del Fuego entre el 16 y el 23 de marzo de ese año. En ese momento abonó $ 82.614,64 con tarjeta de débito y utilizó dinero de su madre para cubrir los gastos.
En la demanda, el cliente denunció que Almundo lo dejó en un “estado de abandono total” cuando llegó al extremo sur de Argentina. Si bien las restricciones de la pandemia de COVID-19 asoman como un caso fortuito o de fuerza mayor en términos legales, el juez rosarino concluyó que este episodio tuvo consecuencias que “no resultaban ni imprevisibles ni inevitables”.
En primer lugar, la empresa turística respondió que la provincia patagónica adhirió al decreto de necesidad y urgencia (DNU) 260 después del inicio del viaje de ida. A esto añadió que la firma no pudo trabajar durante diez meses y fue “tan víctima de la pandemia como el actor” que la denunció.
Finalmente, S. L. quedó varado a 3.200 kilómetros de Rosario en vísperas de la cuarentena. Sin respuesta de parte de Almundo para regresar antes de lo previsto, su madre y su hermana se comunicaron con Aerolíneas Argentinas y le consiguieron un pasaje a Aeroparque por su cuenta. El demandante volvió a la ciudad el 18 de marzo, pero desde entonces no pudo recuperar el dinero del paquete que había contratado.