Pablo Javkin se casó en el Pasaje Luetich: una boda íntima en el corazón de Rosario

El intendente de Rosario contrajo matrimonio con Luisina Fruci este viernes en el renovado Pasaje Luetich, como parte del programa “Casate con tu ciudad como testigo”. La ceremonia se hizo al mediodía y reunió a familiares, amigos y curiosos que celebraron el compromiso en uno de los espacios más representativos de la ciudad.

Pablo Javkin se casó en el Pasaje Luetich: una boda íntima en el corazón de Rosario
Pablo Javkin dio el si por segunda vez.

Este viernes al mediodía, en el emblemático Pasaje Luetich, el intendente de Rosario, Pablo Javkin, y la médica oncóloga Luisina Fruci dieron el “sí, acepto” en una emotiva ceremonia al aire libre.

La boda fue parte del programa municipal-provincial Casate con tu ciudad como testigo, que habilita espacios urbanos y simbólicos de la ciudad para celebraciones civiles entre sus habitantes.

Pablo Javkin dio el si por segunda vez.
Pablo Javkin dio el si por segunda vez.

El enlace se realizó alrededor de las 12:30, después de otras dos parejas ya habían contraído matrimonio en el mismo pasaje. Javkin asistió con traje claro y caminó emocionado hacia el altar improvisado.

En tiempos donde el odio y la agresión son moneda corriente, celebrar el amor en este lugar fue un bálsamo”, expresó el intendente al llegar. Su discurso reflejó una ceremonia cargada de cercanía y simbolismo.

La novia, vestida con un diseño blanco elegante, confesó que el momento fue muy especial. “Él se arrodilló para mostrarme los anillos… le dije que sí, pero que se levantara porque se iba a hacer mal”, recordó entre risas.

Quienes oficiaron como testigos fueron figuras cercanas: Guillermina Fruci, hermana de la novia, y la convencional constituyente Josefina del Río, por un lado; y el escritor Luciano Olivera y el coordinador de Gabinete municipal, Rogelio Biazzi, por el otro.

Pablo Javkin dio el si por segunda vez.
Pablo Javkin dio el si por segunda vez.

El momento del intercambio de anillos fue emotivo. Fueron los hijos adolescentes de Javkin, fruto de un matrimonio anterior— quienes cumplieron ese rol. Luego llegó la frase oficial: “Sí, acepto”.

Una de las decisiones curiosas de la ceremonia fue evitar arrojar arroz, y en su lugar se usaron pétalos de flores. Según Javkin, fue idea de su esposa. “Yo decido en todo, pero en esto no decidí nada”, bromeó él.

A pesar del momento festivo, la pareja optó por no planear una gran fiesta ni luna de miel. “Será un almuerzo íntimo y después cada uno sigue con lo suyo”, adelantaron, priorizando la rutina laboral y cotidiana.

Este casamiento fue un símbolo de apertura y cercanía con la ciudadanía. El Pasaje Luetich, escenario de múltiples sesiones fotográficas y un rincón histórico de Rosario, ganó un nuevo significado afectivo para muchos vecinos.

La ceremonia, realizada de forma pública y simbólica, incidió en la visión de la gestión local sobre el uso de espacios públicos para celebrar momentos personales. Más de 120 parejas ya se casaron en lugares emblemáticos como el Rosedal o la Glorieta del Parque Alem, gracias al programa instaurado en 2024.