El conflicto entre Mauro Icardi y Wanda Nara por la custodia de sus hijas, Francesca e Isabella, atraviesa un momento delicado. Según información judicial y declaraciones filtradas a los medios, las menores han manifestado de manera contundente que no desean mudarse a Turquía, donde reside y juega profesionalmente su padre.
En los testimonios revelados, Isabella expresó su enojo ante la posibilidad de separarse de su madre: “¿Papá quiere lo peor para nosotras? ¿Cómo va a separarnos de mi mamá y mis hermanos?”.

Por su parte, Francesca manifestó con claridad su rechazo a trasladarse al país europeo: “Si me separan de mi mamá me arruinan la vida. Soy feliz en Argentina, en mi colegio con mis amigas, con mis abuelos y mis hermanos”.

Según el periodista Juan Etchegoyen, las niñas ya declararon formalmente que no quieren vivir en Turquía y que su situación emocional se ha visto afectada. Además, comenzaron sesiones de terapia sin la autorización del rosarino, en un intento de recibir contención ante el conflicto familiar.
Por su parte, Ángel de Brito comentó en LAM que una de las niñas continúa muy enojada con su padre: “Una de las nenas sigue muy enojada con Mauro”. Esto evidencia que el conflicto ha generado un impacto emocional considerable en las menores.

Desde el entorno de Icardi sostienen que la mudanza a Turquía, donde el jugador vive con la China Suárez, sería beneficiosa para el desarrollo de las niñas y su vida cotidiana. Sin embargo, la negativa de las menores y sus declaraciones judiciales complican la situación y profundizan la tensión familiar.

Wanda Nara, por su parte, ha buscado resguardar la estabilidad emocional y escolar de las niñas, priorizando que permanezcan en Argentina y mantengan su entorno afectivo cercano.
Se espera que la Justicia considere el bienestar de las niñas, equilibrando los intereses de ambos padres y priorizando su estabilidad emocional y educativa en las próximas decisiones judiciales.