Como es costumbre, la cercanía de la fecha de Fiesta de Colectividades de Rosario trae consigo la amenaza de las históricas lluvias que más de una vez causaron incontables molestias y daños a las estructuras de las carpas e instalaciones. Voladuras, destrozos y suelos embarrados han obligado alguna que otra vez a cerrar el evento antes de tiempo o lanzar un alerta temprana para los primeros días.
Este año, la Fiesta comenzará un poco más tarde que de costumbre, y aunque el 11 de noviembre no se esperan precipitaciones, la llegada de un tiempo inestable podría hacer cambiar el panorama de cara a la inauguración del festival.
Por ahora, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) anuncia que las jornadas inestables empezarán el jueves 10 de noviembre, y es muy probable que el sábado 12 y domingo 13 las lluvias ocupen gran parte del día, situación que podría extenderse incluso al lunes 14. Luego, las cosas mejoran.
Con este panorama, podrían verse afectadas algunas de las actividades propuestas para el acto de inauguración que se realizará el viernes 11. Además de lluvias, el SMN informa que podría haber un leve descenso de las temperaturas hasta niveles agradables, pero el ambiente podría generar un ambiente propicio para la proliferación de mosquitos, por lo que se recomienda tener repelente a mano a la hora de pasear por el predio de la Fiesta de Colectividades.
¿Por qué se asocia a la lluvia de la Fiesta de Colectividades de Rosario con una maldición?
“Arrancan las Colectividades, asique el finde llueve”. La frase es un decir común de los rosarinos; pero ¿de dónde nace la asociación de Colectividades con un tiempo tormentoso?. Si bien el fenómeno meteorológico corresponde a corrientes climáticas naturales propias del mes, en la ciudad existe un mito urbano sobre una maldición que el pueblo gitano habría lanzado hacia la Fiesta como venganza.
Según lo que se cuenta, durante los inicios de la Fiesta de Colectividades un grupo de personas de la comunidad gitana pidieron un stand para poder mostrar su propia cultura e historia, como el resto de las colectividades presentes. No obstante, debido a que el estatuto sólo permite la representación de colectividades y no comunidades, el pedido les fue denegado.
Como consecuencia de esto, se habría lanzado una maldición contra la organización de la Feria, que afectaría todos los años el desarrollo y causaría malestar. Curiosamente, en el año 2003 la feria se corrió para evitar que coincida con el III Congreso de la Lengua Española y de todos modos llovió.
Cabe destacar que el mito urbano es sólo una leyenda que tiende a estigmatizar al pueblo gitano, por lo que ellos mismos se encargan de desmentirlo: “La maldición no existe. Nosotros no maldecimos, sólo damos bendiciones”.