Desde la Asociación Rosarina de Fútbol comunicaron que ya es oficial la prohibición de cabeceo a los menores de 11 años; esta medida, que ya se aplicó en Europa, comenzará a regir en Rosario a partir de la temporada 2023 del fútbol infantil.
Para que se pueda aplicar de la mejor manera, desde la asociación detallaron que se realizarán cursos de capacitación para técnicos, árbitros, coordinadores y padres. Esta medida se basa a los riesgos que conlleva realizar esta práctica de golpear con la cabeza la pelota durante un período prolongado.
“Realizar esta acción repetitiva durante varios años, tiene el potencial de causar lesiones cerebrales por efectos acumulativos, afectar negativamente el desarrollo cognitivo de los deportistas y potenciar la aparición de enfermedades neurológicas a mediano y largo plazo”, detalla el documento de la entidad.
Esta medida, según detallan, ya se aplica en ligas como la de Inglaterra, Escocia e Irlanda del Norte con el fin de evitar estos riesgos de lesiones cerebrales a largo plazo.
Es por esto que a partir de la temporada 2023 del fútbol infantil en Rosario el cabeceo estará prohibido para menores de 11 años.
Cuáles son los objetivos de prohibir los cabezazos en el fútbol infantil
Desde la Asociación Rosarina de Fútbol detallaron que los objetivos de esta medida son:
- Prevenir lesiones y conmociones cerebrales evitables asociados a la práctica deportiva en deportistas menores de 11 años, producto del impacto del balón sobre los tejidos craneales en desarrollo.
- Limitar los daños potenciales a mediano y largo plazo en el desarrollo cognitivo y neurológico de los deportistas por efectos acumulativos del cabeceo.
- Establecer un protocolo de acción para la correcta evaluación y diagnóstico de golpes, conmociones y lesiones cerebrales
- Planificar la instrucción paulatina de las técnicas seguras de cabeceo en jugadores menores de edad
- Instruir y concientizar a todos los actores involucrados: deportistas, entrenadores, árbitros y padres sobre los riesgos asociados al cabeceo
- Actuar como referente para propiciar una nueva reglamentación y legislación que potencie los alcances de la concientización y que permita lograr cambios a largo plazo.